Las prácticas de buen gobierno corporativo afianzan la confianza de la ciudadanía en las empresas, sin importar los sectores productivos a los que pertenezcan, y mantienen la perspectiva de largo plazo para orientar los objetivos de las compañías de forma eficiente y consciente, pensando en el impacto a todos sus grupos de interés. (Ver más Empresas)
Por esta razón, uno de los asuntos estratégicos en el ámbito del gobierno corporativo como pilar de los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo) corresponde a la manera cómo las empresas deben relacionarse comercialmente o la manera cómo se presentan para obtener licitaciones o proyectos, según explica Cristina Mendoza, experta en Derecho Corporativo de la Universidad de los Andes.
Un caso de interés en esta materia es el del Grupo Empresarial Argos, que reúne a Cementos Argos, Celsia y Odinsa, además de todas sus sociedades vinculadas, y que tiene operaciones en los sectores de materiales de construcción, energía eléctrica y concesiones viales y aeroportuarias en 18 países.
Por la diversidad de negocios y regiones en las que está presente la organización, en ocasiones se presentan licitaciones o proyectos en los que estas compañías deban interactuar comercialmente, por lo cual, y para garantizar que estas relaciones se den en condiciones de mercado, el Grupo Empresarial Argos desarrolló la Política de Operaciones entre Sociedades Vinculadas, un mecanismo que establece los criterios y el marco general de las operaciones entre sus negocios.
Esta herramienta de integridad contempla una serie de etapas que las operaciones que se pretendan realizar entre las empresas del Grupo deben superar para garantizar la total transparencia y rigor, pero que además tengan en cuenta el beneficio para todos los grupos de interés.
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En la primera etapa, las operaciones entre los negocios son presentadas al Comité Estratégico de cada compañía, un grupo de líderes que se encarga de evaluar si se trata de una operación material, es decir, una transacción que por su relevancia deba ser informada al mercado o que no haga parte de la actividad cotidiana de la empresa, entre otras condiciones.
En caso de ser catalogada como una operación material, la consulta sobre si se debe o no realizar, pasa a una segunda etapa, donde es elevada al Comité de Auditoría Finanzas y Riesgos de la Junta Directiva, quien prepara un informe para toda la Junta Directiva, en el que explique en qué consiste la operación y el racional que la justifica; su valor y la forma como fue determinado, lo cual puede incluir estudios realizados por un experto o tercero independiente; la consideración de todos los accionistas de la sociedad y la recomendación sobre si se debe o no realizar la operación.
En la tercera etapa, la Junta Directiva analiza el informe del Comité y decide. Una vez la Junta Directiva la aprueba, las sociedades podrán celebrar la operación y ejecutarla, así como todos los actos y contratos requeridos.
De esta manera, el Grupo Empresarial Argos garantiza que las operaciones entre sus negocios se realizan con base en criterios de transparencia e imparcialidad y, manteniendo siempre la integridad como principio general de actuación.
Para Mendoza, en el espectro corporativo de Colombia, “las prácticas en este sentido que han desarrollado conglomerados de gran envergadura como Grupo Argos, Bolívar, Sura, GEB o ISA, entre otros, son un claro ejemplo de cómo se deben manejar eficientemente las relaciones comerciales entre negocios de la misma organización. Cuentan con una gran experiencia y detalle al respecto que garantiza transparencia al mercado y confianza a los colombianos”.
¿Por qué es generador de valor?
Para la firma Deloitte, cumplir con un buen gobierno corporativo puede ser un elemento clave para incrementar el valor bursátil de las empresas, reducir los costes y ampliar las bases del mercado de capitales.
De esta manera, cumplir con excelentes relaciones comerciales y en licitaciones o proyectos de gran alcance crearán en el ámbito del gobierno corporativo las condiciones necesarias para la toma de decisiones estratégicas que funcione como palanca para el aumento de la competitividad y la generación de valor, potenciando de este modo el atractivo de la compañía en los mercados.
“Un buen gobierno corporativo tiene que responder ante las expectativas del resto de grupos de interés, como son los clientes, proveedores, empleados, accionistas y la comunidad. Por ello, la manera cómo se desarrollen y cumplan las relaciones comerciales son de máximo interés para todos y un potenciador de confianza”, concluyó Mendoza.