La calificadora S&P Global Ratings bajó sus calificaciones soberanas de largo plazo de Panamá a ‘BBB’ desde ‘BBB+’. No obstante, la perspectiva de las calificaciones es estable.
La calificación ‘BBB’ de S&P indica que esta se encuentra en el grado medio inferior de su rango.
La firma destacó que la perspectiva estable refleja la opinión de que la sólida recuperación económica de Panamá en los próximos dos años ayudará a estabilizar las finanzas públicas, pero espera que el Gobierno tome medidas para sostener el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a largo plazo y abordar los riesgos fiscales derivados del sistema de pensiones y de una base fiscal reducida.
Por ello, podría bajar de nuevo la calificación soberana en los próximos dos años en caso de una recuperación económica más débil de lo esperado que afectaría el ingreso per cápita del país, limitaría los ingresos del Gobierno y aumentaría los riesgos fiscales.
Escenario positivo
Aunque es poco probable que ocurra en los próximos dos años, S&P podría subir las calificaciones soberanas si observa una mejora sostenida en el perfil externo de Panamá, que se refleje en fuertes reducciones en los requerimientos de financiamiento externo junto con una sustancial disminución de la deuda neta del gobierno general y de la carga de intereses, indicó.
La baja de calificación refleja las presiones sobre los costos del servicio de la deuda de Panamá debido al mayor endeudamiento del Gobierno, aunadas a una abrupta caída de los ingresos fiscales. Se estima que los pagos de intereses del Gobierno consumirán 17% de sus ingresos en 2020 y se espera que alcancen un promedio de 12% en los próximos dos a tres años a medida que se acelera el crecimiento y se estabiliza la deuda.
Las estrictas medidas de confinamiento para frenar la propagación del corononavirus llevaron a la economía a una contracción proyectada de 9%, una de las más pronunciadas en la región. Sin embargo, a medida que se flexibilicen las medidas de confinamiento, S&P estima que el crecimiento del PIB se recuperará un 7% en 2021 y en un promedio de alrededor de 5% en los años siguientes, impulsado por grandes proyectos de infraestructura y exportaciones mineras.
La democracia e instituciones políticas estables de Panamá han sostenido políticas económicas previsibles y una gestión macroeconómica cautelosa durante muchos años. A pesar de la actual recesión económica, la economía de Panamá sigue siendo diversificada y resiliente.
Asimismo, las calificaciones de S&P incorporan el débil perfil externo, que refleja en parte la vulnerabilidad del país ante la volatilidad de las condiciones económicas globales, al ser una economía pequeña y abierta.
Por otra parte, las calificaciones están limitadas por la ausencia de una política monetaria independiente y de un acreedor de última instancia efectivo para el sistema financiero. Hay que recordar que Panamá está totalmente dolarizado y no tiene banco central.
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