Banco Mundial rebaja crecimiento de la economía mundial para 2022

El Banco Mundial prevé que el crecimiento económico será más débil este 2022, rebajando sus previsiones del 4,1 % al que apuntaba en enero a un 2,9 %.

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Sede del Banco Mundial. en Washington D.C. FOTO: Deborah W Campos, Banco Mundial
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El Banco Mundial prevé que el crecimiento económico será más débil este 2022, rebajando sus previsiones del 4,1 % al que apuntaba en enero a un 2,9 %. Lea más en noticias económicas internacionales.

Así lo informó el organismo en su más reciente informe sobre Perspectivas económicas mundiales, publicado este martes. El Banco Mundial advirtió que, agravando las consecuencias de la pandemia de la Covid-19, la invasión ordenada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a Ucrania, “ha magnificado la desaceleración de la economía mundial”.

En consecuencia, señala que la economía está entrando en lo que podría convertirse en un “período prolongado de crecimiento débil e inflación elevada”. Lo anterior, a juicio del Banco Mundial, “aumenta el riesgo de estanflación, con consecuencias potencialmente dañinas para las economías de medianos y bajos ingresos por igual”.

Recordando que en el 2021 el mundo evidenció un crecimiento del 5,7 %, para este 2022, llegaría a 2,9 %, lejos del 4,1 % proyectado en enero.

Se espera que se mantenga a ese ritmo durante 2023-24, ya que la guerra en Ucrania interrumpe la actividad, la inversión y el comercio a corto plazo, la demanda reprimida se desvanece y se retira la política fiscal y monetaria acomodaticia”, informa el Banco Mundial.

De acuerdo con el emisor, el nivel de ingreso per cápita en las economías en desarrollo este año estará casi un 5 % por debajo de su tendencia previa a la pandemia, como consecuencia de la pandemia y la invasión en Ucrania.

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David Malpass, presidente del Banco Mundial, afirma que, “la guerra en Ucrania, los cierres en China, las interrupciones en la cadena de suministro y el riesgo de estanflación están afectando el crecimiento. Para muchos países, será difícil evitar la recesión”.

“Los mercados miran hacia adelante, por lo que es urgente alentar la producción y evitar las restricciones comerciales. Se necesitan cambios en la política fiscal, monetaria, climática y de deuda para contrarrestar la mala asignación de capital y la desigualdad“, añade.

¿Estanflación?

El informe publicado este martes compara las condiciones económicas mundiales actuales con la estanflación de la década de 1970, haciendo énfasis en las afectaciones que podría acarrear para las economías de mercados emergentes y en desarrollo.

Destaca que la recuperación de la estanflación de la década de 1970 requirió fuertes aumentos en las tasas de interés en las principales economías avanzadas, “lo que desempeñó un papel destacado en el desencadenamiento de una serie de crisis financieras en las economías de mercados emergentes y en desarrollo”.

Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial subraya que “la comunicación clara de las decisiones de política monetaria, el aprovechamiento de marcos de política monetaria creíbles y la protección de la independencia del banco central pueden anclar de manera efectiva las expectativas de inflación y reducir la cantidad de ajuste de la política necesaria para lograr los efectos deseados sobre la inflación y la actividad“.

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Si bien el Banco Mundial prevé que la inflación se modere en 2023, es probable que se mantenga por encima de las metas de inflación en muchas economías.

El informe señala que, si la inflación sigue siendo elevada, “una repetición de la resolución del episodio anterior de estanflación podría traducirse en una fuerte desaceleración mundial junto con crisis financieras en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo”.

Destaca que la invasión en Ucrania ha provocado un aumento en los precios de una amplia gama de productos básicos relacionados con la energía.

En consecuencia, advierte que los precios más altos de la energía reducirán los ingresos reales, aumentarán los costos de producción, endurecerán las condiciones financieras y limitarán la política macroeconómica, especialmente en los países importadores de energía.

Crecimiento débil

En lo que respecta a las economías avanzadas, el Banco Mundial prevé que se desacelere del 5,1 % registrado en 2021 al 2,6 % en 2022, 1,2 puntos porcentuales por debajo de las proyecciones de enero.

Se espera que el crecimiento se modere aún más al 2,2 % en 2023, lo que refleja en gran medida la mayor relajación del apoyo de la política fiscal y monetaria brindado durante la pandemia”, anota.

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Entre tanto, estima que el crecimiento económico en las economías de mercados emergentes y en desarrollo (EMED) caiga del 6,6 % visto en 2021 al 3,4 % en 2022, “muy por debajo del promedio anual del 4,8 % entre 2011 y 2019”.

Los efectos secundarios negativos de la guerra compensarán con creces cualquier impulso a corto plazo para algunos exportadores de materias primas a partir de los precios más altos de la energía”, añade.

El organismo revisó a la baja en casi un 70 % las previsiones de crecimiento para 2022 de las EMED, incluida la mayoría de los países importadores de materias primas, así como cuatro quintas partes de los países de bajos ingresos.

Acción política

El informe publicado este martes destaca la necesidad de una acción política global y nacional decisiva para evitar las peores consecuencias de la guerra en Ucrania para la economía global, subraya el Banco Mundial.

Esto implicará esfuerzos globales para limitar el daño a los afectados por la guerra, amortiguar el golpe del aumento de los precios del petróleo y los alimentos, acelerar el alivio de la deuda y expandir las vacunas en los países de bajos ingresos”, dice.

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“También implicará respuestas vigorosas de la oferta a nivel nacional mientras se mantiene el buen funcionamiento de los mercados mundiales de productos básicos”, agrega.

Advierte que los encargados de formular políticas deben abstenerse de aplicar políticas distorsionadoras, “como controles de precios, subsidios y prohibiciones a la exportación, que podrían empeorar el reciente aumento de los precios de las materias primas”.

Concluye diciendo que, en el contexto “desafiante” de una inflación más alta, un crecimiento más débil, condiciones financieras más estrictas y un espacio de política fiscal limitado, “los gobiernos deberán volver a priorizar el gasto hacia el alivio específico para las poblaciones vulnerables”.

Perspectivas regionales

Asia oriental y el Pacífico: el Banco Mundial prevé que el crecimiento disminuya a 4,4 % en 2022, previo al aumento del 5,2 % que tendría en 2023.   

Europa y Asia central: espera una contracción del 2,9 % en 2022 antes de crecer un 1,5 % en 2023.

América Latina y el Caribe: prevé que se desacelere a 2,5 % en 2022 y 1,9 % en 2023.

Medio Oriente y África del Norte: proyecta que la economía se acelere al 5,3 % en 2022 antes de disminuir al 3,6 % en 2023.

Sur de Asia: el crecimiento podría disminuir al 6,8 % en 2022 y al 5,8 % en 2023.  

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África subsahariana: espera que el crecimiento se modere al 3,7 % en 2022 y aumente al 3,8 % en 2023.

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