El superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal Ángel, anunció este lunes la revocatoria total de la autorización de funcionamiento y liquidación de la Entidad Promotora de Salud Cruz Blanca EPS, que prestará sus servicios hasta el 31 de octubre, mientras los afiliados son traslados a otras EPS.
La decisión se tomó luego del informe entregado por el agente interventor designado por la Superintendencia el pasado cuatro de septiembre, quien concluye que, por su crítico estado financiero, la EPS pone en riesgo la salud de los usuarios y los recursos del sistema.
A lo anterior, se le suma un elevado número de quejas y de procesos sancionatorios y judiciales. De hecho, Cruz Blanca se encuentra en el primer lugar del ranking de quejas. Entre enero y agosto de 2019 se registraron 16.262 quejas ante la SuperSalud.
“Cruz Blanca deberá garantizar la prestación de sus servicios a sus 312.000 afiliados, ubicados en 31 municipios de los departamentos del Valle del Cauca, Cundinamarca, Antioquia y en la capital del país, donde opera actualmente, hasta el 31 de octubre, y, a partir del primero de noviembre serán las nuevas EPS, asignadas por el Ministerio de Salud, las que garanticen la atención”, dijo la Superintendencia.
El análisis hecho por la Superintendencia, evidencia que no hay viabilidad financiera para que la entidad pueda seguir funcionando como EPS: sus activos son de $153.000 millones y presenta un patrimonio negativo a junio de 2019 de $293.000 millones.
La SuperSalud también indicó que Cruz Blanca incumplió 11 de los 16 indicadores en atención, entre estos tiempos de espera para una cita médica u odontológica o pediátrica, y deficiencia en la asignación de citas de medicina general, que son la puerta de entrada para garantizar otras.
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