El calendario avanza y se acerca la llegada del martes el 31 de agosto: la fecha límite que tienen Estados Unidos y la coalición para concretar el retiro de sus tropas de Afganistán, después de una guerra de 20 años.
Pero los retos persisten y la Casa Blanca aún necesita evacuar a 1.500 ciudadanos estadounidenses, quienes podrían estar en ese país de Medio Oriente, de los que 500 ya han entrado en contacto con el Gobierno, según el informe que entregó el secretario de Estado, Anthony Blinken.
No obstante, esa cifra es una aproximación que hace su oficina. Blinken sustentó que el reto de conocer con exactitud cuántos connacionales requieren asistencia se explica en que Estados Unidos no monitorea constantemente a sus ciudadanos cuando salen del país. (Ver más de Internacional).
“Por muchos años le pedimos a los estadounidenses que no viajaran a Afganistán por la situación que vive el país. También les pedimos repetidamente que se reportaran ante la Embajada, les enviamos mensajes pidiendo que dejaran el país”, afirmó Blinken.
Más de 82.300 personas han sido evacuadas en vuelos de Estados Unidos y la coalición desde Afganistán, entre los que hay estadounidenses y refugiados afganos. Estos últimos viajarán rumbo a otros países que prometieron darles protección internacional, entre los que están Colombia y México.
Los talibanes, el grupo que ascendió al poder durante el fin de semana del 14 y 15 de agosto, aprovechando los espacios que quedaron en el país con el retiro de las tropas, han dicho que no permitirán que las evacuaciones se extiendan hasta más allá del 31 de agosto y prometieron que, en el futuro, las personas con “documentos legales” podrán abandonar el país.
Las próximas semanas son decisivas. Lo que suceda en los primeros días de septiembre permitirá descifrar el futuro de Afganistán bajo el régimen talibán, en un contexto en el que la comunidad internacional ha llamado la atención sobre el riesgo de que se registren violaciones a los Derechos Humanos.
Precisamente, esa cuestión agita el temor entre los ciudadanos afganos, quienes corren a las fronteras buscando cruzar a otros territorios. Incluso, según detalló el secretario Anthony Blinken, hay personas que se han identificado como ciudadanos norteamericanos, pero que no logran demostrar su nacionalidad, en su intento por escapar del país.
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