En el marco del congreso de Analdex (gremio que reúne a los exportadores e importadores de Colombia), Manuel Orozco, líder analítico de S&P Global Ratings, aseguró que el país está cada vez más inmerso en una normalización económica.
Lo anterior gracias a que el impacto de las olas de Covid-19 fueron un tanto menores al tiempo que la economía siguió su fortalecimiento.
Con esto, Orozco también afirmó que la política monetaria parece empezar el proceso de normalización sobre el corto plazo, fenómeno que incluso ya ha sido manifestado por el Banco de la República de Colombia, por el crecimiento de la inflación que, desde S&P, no ven como un riesgo mayor para el país.
Sobre los crecimientos económicos de América Latina, S&P estima obstáculos que persisten, pero a largo plazo. Y en cambio sorprende el repunte del sector servicios, el consumo de los hogares, al tiempo que hay políticas de transferencias sociales que se desacelerarán en 2022.
Lupa a Colombia
Con esto, la agencia espera un rebote del PIB de América Latina del 6 %. Para Colombia se prevé un repunte del 7 % “aunque hay argumentos para pensar que el crecimiento va a estar más cercano al 8 %”, dijo Orozco.
Esto último haciendo la salvedad de que existen fenómenos que pueden poner en riesgo el futuro económico: las nuevas cepas de Covid-19 y las altas tasas de desempleo están en ese panorama.
Orozco también explicó que si bien la política fiscal se mantiene activa para Colombia, y se aprobó una reforma tributaria en el Congreso, falta todavía capacidad política para una solución estructural.
“A diferencia de lo que creíamos, antes de la baja de calificación, las presiones sociales harán que exista una necesidad permanente de gasto social lo que hará la consolidación fiscal mucho más gradual”, complementó el analista de S&P.
Adicionalmente, y con la reforma aprobada, S&P ve difícil un escenario en el que Colombia regrese a niveles de deuda prepandemia, del orden del 45 %, en el enfoque neto de la deuda.
Aunque se saluda el hecho de que la reforma tributaria lograra aprobarse en tiempo récord, “no resuelve temas de fondo y estructurales. Es un sistema fiscal ineficiente. Es un sistema fiscal que previene un mayor nivel de inversión y competitividad, por lo tanto, creemos que en el mediano plazo Colombia deberá verse forzada a llevar a cabo nuevas reformas fiscales”, puntualizó.
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Orozco añadió que, en el contexto del resto de los factores de calificación, las expectativas de deuda, estabilizándose por encima del 60 % del PIB, eran ya inconsistentes con el grado de inversión.
Finalmente, Orozco explicó que la visión de la agencia tiene en cuenta que, sin importar quién sea el próximo presidente, Colombia cuenta con una solidez institucional que ayudaría a seguir implementando políticas públicas en pro del crecimiento económico.
“Destacamos el papel del Banco de la República, que mantiene un tipo de cambio flexible, importante para enfrentar las crisis externas”, dijo Orozco.
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