Un análisis de BBVA Research señala que el actual entorno global, marcado por la desaceleración del crecimiento y la elevada incertidumbre, complicará aún más la recuperación de la actividad económica en Brasil. Así, tras crecer 1,1% en 2018, se sigue previendo que el PIB se expanda tan solo 0,9% en 2019 y se revisa a la baja la previsión de crecimiento en 2020 en 0,2 p.p. hasta 1,6%.
“Además de un contexto global más desfavorable, pesará negativamente sobre el desempeño económico la falta de acciones de estímulo fiscal. Tras los desequilibrios registrados en los años anteriores, el margen para políticas contracíclicas de este tipo seguirá limitado y la prioridad será garantizar la solvencia de la deuda”, afirma el informe.
La política monetaria, en contraste, apoyará al crecimiento, incluso más de lo esperado. El tono acomodaticio de los bancos centrales alrededor del mundo y la inflación bajo control (3,6% en 2019 y 4,0% en 2020) permitirán al banco central recortar el tipo de interés Selic hasta 4,75% y mantenerlo en este nivel históricamente bajo hasta el cierre de 2020.
La reforma de la seguridad social, que muy probablemente se adoptará pronto, también apoyará la actividad económica, principalmente por su efecto a través del canal de la confianza. Otras reformas actualmente discutidas, como la tributaria y la apertura comercial, si implementadas, permitirían que el PIB, en el mediano plazo, creciera por encima de 2,0%-2,5%, que es el crecimiento potencial actualmente estimado, destaca BBVA Research.
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