Tras el retroceso de las principales bolsas del mundo por la caída de la acción de Evergrande en la bolsa de Hong Kong, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio un parte de tranquilidad a los mercados sobre las consecuencias que la crisis de esa empresa podría generar para la economía mundial.
Evergrande es la segunda compañía más grande del sector inmobiliario de China, tiene más de 200 mil empleados y está en el ranking de las 500 empresas que más ingresos reportan en el ámbito internacional. No obstante, su deuda corresponde al 2 % del Producto Interno Bruto (PIB) de China y debe comenzar a pagar los intereses de esta antes de que termine el mes.
El pasado lunes 20 de septiembre el precio de su acción cayó hasta el 19 % durante la jornada y cerró con un retroceso del 10 %. Y el martes mantuvo su tendencia negativa al cerrar con un decrecimiento del 0,44 % en la Bolsa de Hong Kong, donde está enlistada.
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Los impactos no se quedaron en Asia. Los principales índices de Wall Street cerraron en rojo marcando los retrocesos más importantes de los últimos meses y lo mismo sucedió con las bolsas de Argentina, Chile, Colombia y México, entre otros mercados latinoamericanos.
Ante los temores en los inversionistas sobre las implicaciones de la crisis de Evergrande, la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, envió un parte de tranquilidad. Durante la presentación del informe de las perspectivas para la economía mundial, Boone aseguró que la Organización considera que “las autoridades chinas tienen la capacidad fiscal y monetaria para amortiguar el golpe».
«La conexión entre los mercados financieros de China y los otros es menor que la que vemos en el mundo occidental (…) Así que el impacto sería relativamente limitado, salvo para algunas empresas», detalló Boone en el marco de la publicación del reporte sobre el PIB mundial que se divulgó este martes.
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