El Comando Nacional Unitario conformado por las centrales obreras en Colombia (CUT, CTC y CGT y las Confederaciones de Pensionados CPC y CDP) dio a conocer que ratifica su condena a la violencia como método para dirimir las diferencias políticas.
Según el comunicado, se plantea un “rechazo al atentado que, contra la vida del senador y precandidato presidencial del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, se efectuó el pasado 7 de junio en Bogotá. Expresa su solidaridad con la familia y, junto con el resto de colombianos, hace fuerza por su vida”.
Dicen las centrales obreras de Colombia que estos hechos representan un retroceso inadmisible para la democracia colombiana, por lo que hacen un llamado a las vías de diálogo.
¿Qué más dijeron las centrales obreras en Colombia?
“Nuestra historia reciente está marcada por el dolor de quienes entregaron su vida por defender sus ideas y aspiraciones en escenarios democráticos. Por eso, hacemos un llamado a preservar la paz y a fortalecer las garantías para el debate libre, plural y pacífico. La diferencia no puede ser excusa para el odio”, se lee en el comunicado.
Dicen las centrales obreras en Colombia que, frente a la reforma laboral introduce medidas regresivas como el contrato por horas, que destruye la estabilidad laboral, y el piso de protección social, que legaliza ingresos por debajo del salario mínimo.
“Estas normas ya habían sido propuestas por la exministra de Trabajo Alicia Arango en el gobierno de Iván Duque y proceden del más rancio uribismo. Esto es esclavismo”, dicen.
Agregan que esa reforma que aprobó el Senado elimina las horas extras, al permitir jornadas diarias superiores a 8 horas bajo la modalidad patronal de jornadas semanales de cuatro días de trabajo por tres días de descanso, lo cual implica jornadas de hasta 11 horas diarias.
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“Por todo ello respaldamos la consulta popular, pues ante este adefesio del Senado, la forma más eficaz de recuperar esos derechos laborales es a través de dicha consulta. Que sea el pueblo soberano quien decida. El Senado debe supeditarse a la voluntad popular”, concluyeron las centrales obreras en Colombia.
