La historia del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) es también la historia de una ciudad que se transforma. En 1978, un grupo visionario de artistas, empresarios y arquitectos dio vida a un proyecto que buscaba abrirle las puertas al arte moderno y contemporáneo en una Medellín que apenas empezaba a asumir cambios profundos en su estructura social y cultural.
Su primera sede fue en el tradicional barrio Carlos E. Restrepo, un lugar habitado por intelectuales, estudiantes, profesores y gestores culturales que ofrecía el ecosistema perfecto para los programas expositivos, educativos y culturales que el museo comenzó a desarrollar desde sus primeros años.
Allí, el MAMM se definió como “un museo centrado en la ciudad”, como bien lo expresó el historiador Carlos Arturo Fernández. En 1980 abrió sus puertas oficialmente y, al año siguiente, organizó el Primer Coloquio Latinoamericano de Arte No-Objetual y Arte Urbano, un hito que mostró la vocación crítica e innovadora del museo.
Durante dos décadas, el MAMM también se convirtió en un semillero para el arte joven, gracias a iniciativas como el Salón Arturo y Rebeca Rabinovich, que entre 1981 y 2001 permitió visibilizar a más de 350 artistas menores de 30 años en categorías como pintura, dibujo, grabado, performance, instalaciones y videoarte. Las exposiciones que presentaba mezclaban lo regional con lo nacional, construyendo un puente sólido entre los artistas locales y el público. Entre 1983 y 1989 también incursionó con fuerza en el arte público, consolidando su carácter participativo y urbano.
En 1986 el museo dio un nuevo paso con la apertura de su sala de cine. Ese mismo año, el MAMM organizó las Bienales de Videoarte, una propuesta pionera en Colombia que tendría cuatro versiones hasta 1992. Mientras tanto, la colección del museo fue creciendo gracias a las donaciones de artistas, fotógrafos y familias que veían en el MAMM un lugar legítimo para preservar y visibilizar el patrimonio artístico.
Fue precisamente este crecimiento lo que motivó a la Alcaldía de Medellín a adjudicar al museo el emblemático edificio de Talleres Robledo en Ciudad del Río. La nueva sede se inauguró en noviembre de 2009. El impacto fue significativo, no solo por la infraestructura, sino también por la profesionalización de sus áreas de curaduría, educación y cultura.
Con una visión a futuro, en 2009 se convocó una licitación internacional para desarrollar el ambicioso proyecto de expansión del edificio, y en 2015 esa visión se hizo realidad con la inauguración del nuevo espacio.
Durante los años subsiguientes a la expansión, el Museo ha nutrido su programación educativa y discursiva, haciendo un valioso aprovechamiento de sus nuevos espacios y atendiendo la idea de formar públicos a partir de los procesos de creación contemporánea, una conexión entre la institución y el entorno.
El MAMM ha desarrollado en los últimos años una programación que se ha esforzado por incluir diferentes públicos, en una búsqueda constante de medios de trabajo y acción que trasciende los sistemas formales de las artes plásticas.
MAMM como epicentro de eventos para la capital de Antioquia
Hoy, el MAMM no solo es un referente cultural en Colombia y América Latina; también se ha consolidado como un espacio ideal para la realización de eventos empresariales, culturales, académicos y sociales, gracias a la versatilidad de sus instalaciones. Con el objetivo de ser “un lugar para el pensamiento alternativo y el cuestionamiento de la tradición y la cultura”, el museo pone sus espacios al servicio de la ciudad, valorando la diferencia y la diversidad de públicos.
El Salón de Eventos, ubicado en el quinto piso, es ideal para cocteles, cenas o showrooms. El Teatro, con 256 sillas, está diseñado para cine, danza, conciertos, eventos institucionales, conversatorios y talleres. Los Salones LABS 1 y 2, son dos espacios versátiles, cada uno ofrece todo lo necesario para reuniones, formaciones o actividades de trabajo en equipo.
Por su lado, la Plazoleta al aire libre tiene alberga eventos muy diversos: activaciones de marca, premiaciones o ferias. El Parque Lineal también se adapta a eventos culturales, recreativos o empresariales.
Así, el Museo de Arte Moderno de Medellín continúa creciendo de la mano con la ciudad, manteniéndose fiel a su espíritu propositivo y crítico frente a los temas urgentes de la sociedad contemporánea. El MAMM hoy es un punto de encuentro, una plataforma de creación, diálogo e innovación.
«Ponemos al alcance del público diversas maneras de ver e interpretar el mundo, brindando experiencias significativas en torno al arte», aseguran desde el museo. Y ese compromiso lo ha convertido no solo en un ícono cultural, sino también en uno de los espacios más atractivos y versátiles para eventos en Medellín.