Vehículos como garantía para acceder a crédito en Colombia: así funciona el sistema  

El sistema permite utilizar activos como vehículos, maquinaria, inventarios, derechos de cobro, contratos, acciones y hasta activos digitales como respaldo.

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El sistema de garantías mobiliarias en Colombia continúa consolidándose como una herramienta flexible para respaldar operaciones de crédito en todo el país. Desde su creación con la Ley 1676 de 2013, este mecanismo ha permitido a personas y empresas garantizar obligaciones financieras mediante el uso de distintos tipos de activos.

El sistema permite utilizar activos como vehículos, maquinaria, inventarios, derechos de cobro, contratos, acciones y hasta activos digitales como respaldo. Esta flexibilidad ha sido clave para facilitar el acceso al crédito a distintos sectores productivos, desde microempresarios hasta grandes compañías que buscan apalancar sus operaciones sin necesidad de deshacerse de sus bienes.

Clara Escobar, directora de la Asociación de Compañías de Financiamiento (Afic)
Foto: Clara Escobar, directora de la Asociación de Compañías de Financiamiento (Afic)

“Las garantías mobiliarias se han convertido en una solución moderna, eficiente y adaptable a las necesidades del mercado financiero colombiano. Su uso no está restringido a un tipo de activo y eso ha hecho que cada vez más actores de diversos sectores económicos se interesen en las garantías mobiliarias y encuentren en ellas una solución clara y efectiva de respaldar sus deudas crediticias”, señaló Clara Escobar, directora de la Asociación de Compañías de Financiamiento (Afic).

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Activos utilizados y detalles del proceso

Uno de los activos más utilizados hasta ahora ha sido el vehículo automotor. Entre 2014 y abril de 2025 se han registrado 2.296.961 operaciones con vehículos como garantía para acceder a crédito. Esta opción ha resultado útil para trabajadores independientes, emprendedores y pequeños negocios, a quienes su vehículo, además de cumplir con una necesidad personal o familiar, es una herramienta de trabajo.

Ahora bien, en los casos de incumplimiento, el sistema colombiano contempla tres formas de ejecutar una garantía mobiliaria: el pago directo entre las partes, la ejecución especial (a través de notarías o cámaras de comercio) y la vía judicial. Así, en el caso específico de los vehículos automotores, se han registrado más de 237.000 procesos de ejecución, de los cuales el 93 % se resolvió por la vía del pago directo, que es un trámite extrajudicial más eficiente y de menor duración.

Más allá de los vehículos, el aseguramiento mediante garantías mobiliarias ha sido adoptado por empresas de múltiples sectores para garantizar créditos con maquinaria industrial o agrícola, inventarios de productos, insumos, derechos contractuales y otros activos tangibles o intangibles. 

Retos del sistema de garantías mobiliarias

Sin embargo, aún persisten retos para que las garantías mobiliarias alcancen su máximo potencial. Uno es fortalecer un mercado secundario que permita vender oportunamente los bienes ejecutados y evitar su desvalorización. Otro está en la ejecución sobre vehículos, que requiere procesos de recuperación transparentes y respetuosos de lo pactado, evitando cobros excesivos como los asociados al bodegaje en parqueaderos no autorizados.

Es fundamental ampliar el conocimiento sobre este mecanismo entre todos los actores del sistema y fomentar nuevos casos de uso, como el financiamiento con respaldo en activos digitales o intangibles, que respondan a las dinámicas del mercado y amplíen el acceso al crédito de forma más eficiente y sostenible.” añadió Escobar.

Así las cosas, la Asociación de Compañías de Financiamiento (AFIC), junto a Confecámaras, llevará a cabo el foro “Garantías mobiliarias: evolución y oportunidades para el futuro” el próximo 23 de julio en el Club El Nogal, en Bogotá.

El evento reunirá a expertos que discutirán las aplicaciones más recientes del modelo, su impacto en la inclusión financiera, los desafíos en contextos de insolvencia y la importancia de incorporar nuevas categorías de activos al sistema, incluyendo los digitales.