El consumo de snacks cada vez va más alineado a los hábitos alimenticios, las emociones, las relaciones y las prioridades asociadas a estas; así lo reveló el más reciente informe global State of Snacking, desarrollado por Mondelēz International (compañía que gestiona marcas de snacks en todo el mundo) y The Harris Poll.
El documento revela que el snacking no es una pausa trivial en el día, sino que es un lenguaje emocional, un acto de cuidado propio, una forma de reconectar y una vía para disfrutar conscientemente de lo cotidiano.
Además, analiza hábitos y percepciones de los consumidores en todo el mundo, que muestran cómo el acto de comer un snack refleja nuevas formas de vivir y relacionarse con uno mismo y con los demás.
Principales hallazgos
– Snackear desde el merecimiento: el snacking se ha convertido en una forma de indulgencia emocional. Por ende, el snacking es una manera de reconocer logros propios, de celebrar un cierre de jornada o de mejorar el ánimo en medio de una jornada difícil.
Según el estudio, el 94 % de los consumidores dicen que se permiten un snack como forma de recompensa o autocuidado, mientras que 76 % afirma que prioriza disfrutar de un indulgente snack en lugar de preocuparse en sus ingredientes.
La mayoría prefiere porciones pequeñas pero satisfactorias antes que versiones dietéticas sin sabor, mostrando que las personas no quieren renunciar al placer, sino encontrar formas realistas de incluirlo en su rutina.
– Snackear es una forma de demostrar cariño: un gran hallazgo del estudio es que el snacking se ha convertido en un lenguaje emocional y social, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Para muchos, ofrecer un snack o compartirlo es tan significativo como un abrazo.
De hecho, más del 80 % de los consumidores de Gen Z y Millennials coinciden en que “compartir snacks con otros es su lenguaje del amor”. Además, el 64 % de los encuestados dice que usa los snacks como forma de conectar con otras personas, una cifra que viene creciendo año tras año.
– Mindful snacking: más allá del sabor o la función nutricional, el estudio también señala un cambio en la forma en que se consume, y es que, el 96 % de los consumidores dice que disfruta más sus snacks cuando los consume de forma consciente. Se trata de una tendencia clara, el mindful snacking, donde se valora no solo el producto, sino el momento de pausa que este genera.
Recomendado: Burger King anuncia alianza con gigante empresa de alimentos en Colombia y lanzan producto: Esto cuesta
El 95 % afirma que come snacks para saborear plenamente la textura y el gusto, y el 81 % presta atención a la experiencia sensorial completa. No se busca restringir sino disfrutar más y mejor: elegir porciones adecuadas, comer sin prisa y darle sentido a ese instante de disfrute personal.
“Este estudio nos permite anticipar tendencias y entender mejor las emociones, hábitos y motivaciones asociadas al snacking. Los snacks son mucho más que un momento entre comidas, son una forma de conexión personal y social que evoluciona con las preferencias de los consumidores”, señala Aura Méndez, directora de Asuntos Públicos y Corporativos de Mondelēz Colombia.