La planta de Schneider Electric en Funza, Cundinamarca, se convirtió en una de las primeras instalaciones en Suramérica en certificar operaciones directas Net Zero CO2.
Y es que, desde 2018, las iniciativas de la compañía han ayudado a evitar la emisión de 679 millones de toneladas de CO2, al tiempo que 56 millones de personas han obtenido acceso a electricidad limpia y segura, con estrategias que combinan electrificación, digitalización y eficiencia energética.
Adicionalmente, los avances también han alcanzado a otros actores de la industria. A través del proyecto Zero Carbon, más de 1.000 proveedores estratégicos redujeron sus emisiones de carbono un 27 %, en promedio.
Contexto de la situación energética en la región
En la región, el concepto de Electricidad 4.0 —que integra digitalización y energía eléctrica— se traduce en edificios inteligentes, microrredes de energía renovable, infraestructura de carga para vehículos eléctricos e industrias con sistemas de monitoreo en tiempo real. Estas iniciativas permiten optimizar consumos, reducir costos y avanzar en la descarbonización de sectores clave como la construcción, la manufactura y la movilidad.
Desde la compañía advierten que, aunque la tecnología disponible ya cubre cerca del 70 % de lo necesario para enfrentar el cambio climático, persiste una brecha entre la ambición y la acción. Especialistas destacan que cerrar este vacío requiere mayor inversión a largo plazo, políticas públicas claras que incentiven la transición energética y colaboración estrecha entre gobiernos, empresas y ciudadanos.
Además, resaltan que América Latina se perfila como una de las regiones con más capacidad para construir una matriz energética limpia y resiliente. “Su papel será determinante no solo para la descarbonización local, sino también para consolidarse como un actor clave en la cadena de suministro global de bienes y energía producidos de manera sostenible”, concluyó Schneider Electric.