Opinión | El gas, motor de la movilidad

Gracias al gas natural vehicular (GNV), hoy circulan más de 5.000 vehículos dedicados a esta tecnología, entre ellos más de 3.000 buses de transporte público.

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Por: Andrés Chaves, presidente ejecutivo de Andemos

Colombia lidera la movilidad sostenible en América Latina. Avanzamos hacia un modelo más limpio, eficiente y diverso en tecnologías. Para que esta transición sea efectiva y perdurable, tendremos que pensar en varias soluciones y, seguramente, hablar de sistemas energéticos integrados. En ese contexto, el gas natural cumple un rol estratégico que ya ha demostrado su impacto en el sector automotor.

Gracias al gas natural vehicular (GNV), hoy circulan más de 5.000 vehículos dedicados a esta tecnología, entre ellos más de 3.000 buses de transporte público en distintas ciudades del país. Estos vehículos no solo movilizan a miles de personas todos los días, sino que también contribuyen de manera significativa a mejorar la calidad del aire.

Las cifras son contundentes: según Naturgas, el GNV permite reducir hasta en un 99 % las emisiones de material particulado fino y óxidos de azufre y entre un 30 % y un 50 % las de dióxido de carbono. Esto se traduce directamente en beneficios para la salud pública y una mejora en la calidad de vida de la ciudadanía en general.

Esta tecnología representa ventajas económicas tangibles que complementan su impacto ambiental positivo. Por ejemplo, un conductor de taxi, que opera un vehículo con un motor que funciona con ambos combustibles, GNV y gasolina (bicombustible), puede alcanzar un ahorro de hasta $1,5 millones mensuales.

Además, el uso de GNV está respaldado por incentivos tales como: la exclusión del IVA, beneficios en el impuesto vehicular, descuentos en el SOAT y la revisión técnico-mecánica, exentos de las medidas de restricción a la circulación vehicular, incluyendo el «pico y placa» y el «día sin carro» y una tarifa del 1 % en el impuesto vehicular. De esta manera, el GNV se consolida como una alternativa ecológica y rentable.

El gas natural complementa el abanico de tecnologías que impulsan la transición energética. En movilidad sostenible, no existe una única receta. La industria se desarrolla de manera vertiginosa y la ciudadanía exige un mayor compromiso ambiental. La energía eléctrica, los híbridos, el GNV, mezclas superiores y voluntarias de biocombustibles y el hidrógeno no deben entenderse como alternativas excluyentes, sino como soluciones que, bien integradas, permiten atender las distintas realidades del país.

Cada departamento y sus municipios, cada tipo de vehículo y sus potenciales usuarios, requieren de un enfoque y una comprensión diferente. Por eso, más que imponer un único camino, debemos construir una transición que reconozca el contexto colombiano, sus necesidades y recursos regionales que permita escalar soluciones particulares.

Estimular soluciones basadas en el gas natural es un acierto, especialmente en el transporte público y de carga, donde su uso ha demostrado ser eficiente, sostenible y accesible. La modernización de los sistemas de transporte urbano y masivo requiere herramientas disponibles hoy.

Desde Andemos seguimos promoviendo una visión de movilidad sostenible basada en decisiones con respaldo técnico y apertura a la innovación. Por esta razón, celebramos iniciativas como #GraciasAlGasNatural, la cual es un llamado a asegurar el gas que el país necesita para seguir avanzando hacia una movilidad cada vez más limpia y nos permitirá avanzar más rápido hacia el desarrollo de ciudades más limpias y conectadas.

La movilidad es el factor crítico de la competitividad y productividad. Promoverla con los recursos disponibles permitirá mejorar su eficiencia, cumplir con los compromisos internacionales que, en materia ambiental, el país adquirió y facilitar a las regiones la consolidación de modelos de desarrollo propios.