De acuerdo con la Superintendencia Financiera, los activos totales del sistema financiero ascendieron a $1.666 billones, cifra superior en $131 billones frente a septiembre de 2017, comportamiento que permitió alcanzar un índice de profundización frente al PIB de 173.93%.
Las utilidades acumuladas en lo corrido del año fueron $24,2 billones. Las entidades financieras obtuvieron resultados acumulados de $12,1 billones, distribuidas principalmente de la siguiente manera: establecimientos de crédito $7,8 billones, instituciones oficiales especiales $1,6 billones e industria aseguradora $1,4 billones.
Por su parte, los resultados acumulados de los recursos de terceros administrados ascendieron a $12.1 billones y fueron explicados principalmente por los fondos administrados por sociedades fiduciarias $7,6 billones y fondos de pensiones y cesantías $3,9 billones.
El portafolio de inversiones y derivados del sistema financiero ascendió a $832,2 billones presentando una variación real anual de 7%. En términos absolutos, el incremento anual fue de $79,1 billones explicado principalmente por el mayor saldo de TES y de instrumentos de patrimonio de emisores nacionales, que aumentaron en $35,5 billones y $16 billones, respectivamente.
Por su parte, los saldos de los instrumentos representativos de deuda de los emisores nacionales y de los emisores extranjeros, aumentaron en el último año $12,1 billones y $7,2 billones, respectivamente.
Así mismo, la cartera de créditos presentó un crecimiento real anual de 1,41% . El saldo total de la cartera bruta, incluyendo al Fondo Nacional del Ahorro (FNA), ascendió a $452,1 billones, presentando un incremento de $2,2 billones frente a agosto. Por modalidad, la variación real anual de la cartera de vivienda fue 8,35%, cartera de consumo 5,01% y microcrédito 0,19%. De otro lado, la cartera comercial disminuyó 2,11% real anual.
