En un entorno empresarial cada vez más competitivo, las rondas de inversión se han convertido en una herramienta fundamental para que las empresas puedan acelerar su crecimiento, desarrollar tecnología, contratar talento y expandirse a nuevos mercados.
Aunque en redes sociales suelen haber titulares sobre compañías que “levantaron millones de dólares en su Serie A o B”, lo cierto es que el camino para lograrlo está lleno de planificación estratégica, preparación documental, análisis financiero y negociaciones complejas.
¿Qué es una ronda de inversión?
Una ronda de inversión es un proceso estructurado en el que una empresa ofrece participación accionaria a cambio de capital.
Este dinero no es un préstamo: es una inyección de recursos a cambio de un porcentaje de la propiedad de la compañía. El inversionista, por tanto, se convierte en socio y participa de los riesgos y beneficios del negocio.
Este proceso puede repetirse en distintas etapas del desarrollo de la empresa, bajo nombres como pre-semilla (pre-seed), semilla (seed), Serie A, Serie B, y así sucesivamente, hasta llegar a una Oferta Pública Inicial (IPO, por sus siglas en inglés) o una venta estratégica.
Antes de comenzar: ¿qué debe tener una empresa lista?
Antes de salir a buscar inversión, los fundadores deben tener claridad sobre varios aspectos fundamentales:
- Modelo de negocio validado: Es decir, que la empresa ya haya probado que existe una necesidad real en el mercado y que su solución genera valor.
- Métricas clave: Dependiendo del sector, se espera que una startup tenga datos sobre adquisición de usuarios, retención, ingresos mensuales, crecimiento, entre otros.
- Pitch deck: Presentación clara y breve que muestre el problema que resuelve, la solución, el mercado objetivo, la tracción obtenida, el modelo financiero, el uso esperado de los fondos, y el equipo fundador.
- Data room: Espacio digital que reúne documentos legales, financieros y operativos clave. Incluye estatutos, contratos, proyecciones financieras, registros contables, entre otros.
Según el fondo de inversión Rockstart, el 80 % de las startups fracasan en sus primeras rondas por no tener claridad en sus métricas o por presentar inconsistencias legales o contables.
Etapas de una ronda de inversión
En ese contexto, es importante que las personas sepan cuáles son las etapas para ejecutar una ronda de inversión.
Etapa pre-semilla (pre-seed)
Es el primer capital que recibe una empresa, muchas veces proveniente de los propios fundadores, amigos, familiares o inversionistas ángeles. El dinero suele destinarse a validar la idea, construir un prototipo, y crear una primera versión del producto o servicio (conocido como MVP: producto mínimo viable).
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Ronda semilla (seed)
Una vez validada la idea en el mercado, la empresa busca inversión para estructurar operaciones, consolidar el producto y adquirir clientes. Es aquí donde entran fondos de capital semilla, aceleradoras como Y Combinator, Seedcamp o Techstars, y algunos fondos de venture capital (VC) especializados en etapas tempranas.
Serie A: primer escalamiento
Las startups que han demostrado tracción (crecimiento de usuarios o ingresos) y necesitan escalar operativamente, levantarán una Serie A. Aquí se busca dinero para expandirse, contratar talento senior, robustecer tecnología y entrar a nuevos mercados.
El proceso es más exigente: se hace due diligence financiera, legal y operativa, se negocia un term sheet y se discuten cláusulas clave de protección para los inversionistas.
Series B, C y siguientes: expansión internacional y madurez
Estas rondas financian el crecimiento agresivo, adquisiciones, entrada a nuevos continentes o desarrollo de productos avanzados. Los fondos que entran son más grandes y sofisticados, y muchas veces buscan preparar la compañía para su salida a bolsa o una venta estratégica.
¿Qué cede la empresa a cambio del dinero?
Los fundadores entregan un porcentaje de participación. Si bien esto reduce su participación porcentual, el objetivo es que el valor total de la empresa crezca y compense esa dilución.
Ejemplo: Si una startup se valora en US$2 millones y busca US$500.000, deberá ceder el 20 % de participación a cambio.
También se pueden ofrecer instrumentos convertibles como SAFE (Simple Agreement for Future Equity) o notas convertibles, que no otorgan acciones de inmediato, pero lo harán en rondas futuras.
Finalmente, comprender cada etapa —desde Seed hasta Series B o C—, así como las dinámicas de valoración y dilución, permite a la empresa preparar terreno sólido para su crecimiento y futuros éxitos.