Cementos Argos, empresa del Grupo Argos, anuncia el lanzamiento oficial en Antioquia y en la zona noroccidente del país de su saco soluble con Cemento Estructural Max, una solución diseñada para facilitar el trabajo en obra, optimizar tiempos, cuidar el medioambiente y mejorar la seguridad de los trabajadores.
La producción del saco soluble se realiza en la Planta Rioclaro, una de las más modernas del país, desde donde se atiende la demanda de Antioquia, Caldas y Chocó. Además, con el inicio de despachos desde la Planta Toluviejo hace dos meses, esta solución también está disponible en las subregiones de Urabá y Bajo Cauca. Con ello, el producto ya cuenta con cobertura en toda la zona noroccidental del país.
“Este lanzamiento para la zona noroccidente representa un paso más en nuestro compromiso con la innovación sostenible. El saco soluble no solo optimiza procesos en obra, también reduce la huella ambiental y mejora la seguridad de quienes trabajan en la construcción. Desde la Planta Rioclaro, estamos orgullosos de poner al servicio de los clientes de la región una tecnología de clase mundial”, afirmó David Jaramillo, gerente de la zona noroccidente de Cementos Argos.
Esta solución ya ha sido implementada en otras regiones del país como el suroccidente, el norte y el centro, y ahora llega a Antioquia como parte del plan de expansión de Argos en 2024 y 2025. La tecnología, desarrollada inicialmente en 2018 bajo el nombre de Smart Pack, nació para atender las necesidades logísticas en islas del Caribe, y hoy es una realidad industrial de alcance nacional.
El valor de esta innovación también ha sido reconocido por el sector. En 2023, durante Expocamacol, el gremio Camacol Antioquia destacó el Saco Soluble como una de las soluciones más relevantes para avanzar hacia obras más limpias, eficientes y sostenibles.
Destacado: Fundación Grupo Argos realizó jornada de transformación territorial en Atlántico
¿Cuál es el valor agregado de este producto?
El saco soluble está elaborado con una celulosa especial que le permite desintegrarse por completo dentro de la mezcla, sin afectar la calidad, resistencia ni durabilidad del concreto. La celulosa del empaque permite una desintegración superior al 90 %, muy por encima de los empaques convencionales que no alcanzan el 40 %. Esto se traduce en beneficios clave para los constructores:
- Cero residuos sólidos
- Reducción del desperdicio de cemento
- Mayor seguridad y menor exposición al material particulado
- Ahorro de tiempo y esfuerzo en obra
