Un nuevo capítulo en el impulso de desarrollos urbanos sostenibles e inclusivos se está escribiendo en Puerto Colombia, Atlántico, gracias a una nueva iniciativa del Negocio de Desarrollo Urbano de Grupo Argos. Para el proyecto Ciudad Mallorquín, se materializo una alianza con un instituto especializado en investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos que tiene como objetivo establecer una innovadora estrategia de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) para la gestión y manejo sostenible de la biodiversidad y ecología urbana de este proyecto de 16.000 viviendas.
La estrategia de SBN busca crear espacios verdes y soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas y la salud del ecosistema, aportando, además, al fortalecimiento de la resiliencia de Puerto Colombia y Barranquilla frente a los retos y oportunidades que representa el cambio climático. Este proceso requerirá de un periodo de análisis y diseño de cinco meses.
De acuerdo con María Clara Aristizábal, gerente de Desarrollo Urbano de Grupo Argos, la empresa ha plantado, como parte de la compensación obligatoria que tiene en esta zona, 94.000 árboles de bosque seco tropical y, de manera voluntaria, ha sembrado otros 230.000 árboles en Luriza, la única zona de protección declarada en el Atlántico. En esta línea, la alianza para el desarrollo SBN refuerza el compromiso de Grupo Argos en su búsqueda de soluciones que conecten el crecimiento de Barranquilla y su área metropolitana con la naturaleza de una manera armónica y en balance con las necesidades de la comunidad, además de seguir perfilando a Ciudad Mallorquín como un referente nacional en desarrollo urbano inclusivo y sostenible.
“Solo por efecto de Ciudad Mallorquín, estamos sembrando 324.000 árboles, es decir 1,3 veces lo que hace el programa Siembra Barranquilla, que es maravilloso. Eso habla del compromiso que tenemos”, agregó Aristizábal.
En su zona de influencia, además, se desarrolla uno de los proyectos ambientales más importantes en la capital de Atlántico: la recuperación de la Ciénaga de Mallorquín, un espacio que quedará al servicio de barranquilleros y visitantes. La intervención que se ejecuta en la ciénaga, y que ofrecerá un contacto directo con cerca de 1.000 hectáreas que contienen manglar y distintas especies de aves permitirá, además, la práctica de diferentes actividades recreativas.
Foto: Ciudad Mallorquín de Grupo Argos
Ilva Gómez, gerente Legal y de Sostenibilidad de Desarrollo Urbano de Grupo Argos, dijo que “Ciudad Mallorquín cuenta con una estrategia integral de sostenibilidad que nos ha llevado a implementar acciones de restauración activa en ecosistemas estratégicos, la restauración pasiva y activa de 60 hectáreas de manglar a través de procesos de monitoreo participativo y el desarrollo de dos viveros comunitarios que podrán aportar hasta 10.000 plántulas para este ecosistema cada año”.
Durante los últimos tres años, Grupo Argos ha generado capacidades en las comunidades del área de influencia del proyecto, mediante la formación en viverismo y el monitoreo participativo de la calidad de agua de la Ciénaga de Mallorquín, promoviendo vínculos con el SENA y la Universidad el Norte. Adicionalmente, la compañía ha sembrado 50.000 plántulas de mangle rojo en la Ciénaga.
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La visión de Ciudad Mallorquín, un referente de desarrollo urbano en Colombia y América Latina
Sobre este proyecto, Daniel Sarabia, gerente de Urbanismo e Infraestructura de Desarrollo Urbano de Grupo Argos, explica que su valor agregado está en que se trata de un proyecto que sigue esa visión de ciudad sostenible, equitativa e inclusiva, incluyendo la creación de 2.000 empleos anuales durante su etapa de construcción y 16.000 viviendas que se construirán y aportarán a reducir más del 50 % del déficit cuantitativo de vivienda en el departamento del Atlántico. “Vale la pena entender que la política de vivienda es también una política de cambio climático y que hoy en Atlántico tenemos un déficit cuantitativo que asciende a 29 %, equivalente a unas 24.000 viviendas”.
En esta zona estratégicamente ubicada habitarán más de 60.000 personas que tendrán acceso a espacios públicos, zonas verdes, áreas comerciales y de servicios, centros de salud e instituciones educativas, servicios públicos e infraestructura vial, de bicicletas y de transporte de altos estándares de calidad. Es decir, que los habitantes tendrán todo en un mismo lugar y se ahorrarán gastos en desplazamientos, lo que contribuiría la reducción de la huella de carbono.
“Ciudad Mallorquín será toda una nueva comunidad de proximidad. Este proyecto de vivienda aporta a la reducción de la contaminación en el largo plazo, porque al ubicar a estas 60.000 personas en un sitio céntrico, evitamos millones de desplazamientos desde la periferia, en donde además las familias tendrían un menor ingreso disponible por el gasto en transporte y menores oportunidades laborales y educativas, sin contar el costo que implica llevar los servicios y construir equipamientos”, afirmó Sarabia.
El proyecto representa, además, inversiones directas de Grupo Argos que superan los $165.000 millones en obras de urbanismo que contemplan la construcción de 12 kilómetros de vías, 4,5 kilómetros de ciclorrutas y 130.000 metros cuadrados de nuevo espacio público.
También generará inversiones por más de $2,2 billones en proyectos de vivienda que ejecutan los diferentes constructores que se sumaron a Ciudad Mallorquín, entre los que se destacan Bolívar, Marval, Conaco, Amarilo, Colpatria, Apiros, Conaltura, Prodesa y Arquitectura y Conconcreto.
Las ventajas de Ciudad Malloquín
Ciudad Mallorquín representa un proyecto referente y único en Colombia porque está dirigido, en su mayoría, a vivienda de interés social, a la vez que ofrece el mejor estándar de urbanismo y está ubicado en una zona céntrica y estratégica del área metropolitana de Barranquilla. Esto implica que personas de diferentes niveles de ingresos podrán compartir miles de metros cuadrados de una red de espacio público y corredores verdes, y así coexistir de manera armónica, creando tejido social.
Ciudad Mallorquín será un caso de éxito de movilidad social que demostrará cómo cambia la trayectoria de una persona que viva allí, comparada con una que vive en la periferia. Se trata, en este sentido, de un proyecto inclusivo, innovador y revolucionario en Colombia y en el mundo, con la capacidad de disminuir la desigualdad social permitiendo que más de 16.000 familias en el Atlántico puedan acceder a una vivienda digna y con las mejores condiciones de urbanismo.
Foto: Ciudad Mallorquín
Es crucial destacar que el Plan Nacional de Desarrollo propone y promueve la transformación integral de las ciudades hacia modelos más compactos y equitativos como estrategia para reducir el impacto ambiental y mejorar la calidad de vida.
Desde hace décadas la mayoría de las grandes empresas en el mundo han destinado incontables recursos para diseñar y ejecutar programas para mejorar las oportunidades y el bienestar en sus comunidades. Ese propósito de transformación es el que ha permitido que Barranquilla y su área metropolitana, con el apoyo de la empresa privada, logre un desarrollo urbanístico extraordinario que ya se refleja en la calidad de vida y el ambiente de la ciudad. Con tantas externalidades positivas sociales, económicas y ambientales a la vista, distintos actores del Atlántico se están uniendo para seguir avanzando en la misma línea.
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