Con el objetivo de reducir el impacto ambiental generado por fuentes móviles terrestres, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible expidió la Resolución 0762 de 2022. Esta normativa establece límites máximos permisibles de emisión de contaminantes y define requisitos técnicos, procedimientos de certificación y condiciones específicas para vehículos, tanto importados como fabricados o ensamblados en el país. Su propósito central es garantizar la protección de la salud pública y el derecho a un ambiente sano frente a los riesgos que suponen las emisiones contaminantes del sector transporte.

La resolución contempla, entre otros aspectos, la regulación de vehículos diseñados para uso fuera de carretera, como aquellos destinados a la recreación o al tránsito por superficies no pavimentadas, siempre que no circulen por vías públicas. Esto implica una diferenciación clara en las exigencias regulatorias según el tipo de vehículo y su función, lo que abre un camino técnico y normativo hacia una transición más ordenada y controlada en la reducción de emisiones, entre estos se encuentran excavadoras, retroexcavadoras, cargadores frontales, bulldozers, motoniveladoras, entre otros. 

En este contexto, el Programa Clima y Aire Limpio en Ciudades de América Latina (CALAC+), implementado por Swisscontact con el respaldo de la Cooperación Suiza para el Desarrollo (COSUDE), ha desempeñado un papel clave en el fortalecimiento de capacidades técnicas e institucionales. Así lo explicó Adrián Montalvo Balarezo, director del programa, en una entrevista concedida al medio Valora Analitik.

“El programa se ha centrado en dos frentes principales: el transporte urbano y la maquinaria móvil no destinada a carretera, conocida también como maquinaria fuera de ruta”, señaló Montalvo. En ambos casos, afirmó, aún se emplean tecnologías obsoletas que utilizan combustibles como diésel y gasolina, las cuales continúan contribuyendo significativamente a la contaminación atmosférica en zonas urbanas.

Uno de los logros destacados del programa ha sido la incorporación de tecnologías de medición de emisiones, una innovación que, según el directivo, representa un “paso muy importante” en la región. En particular, Montalvo hizo énfasis en la adopción del estándar Euro 6, que requiere el uso de combustibles con bajo contenido de azufre y permite controlar con mayor precisión la emisión de nanopartículas —partículas tan pequeñas que no son visibles al ojo humano pero que tienen efectos nocivos severos sobre la salud respiratoria.

¿Cómo se implementará el cambio de maquinaria en Colombia?

Colombia, aunque no contaba inicialmente con una normativa específica sobre maquinaria fuera de ruta, optó por implementar una estrategia gradual. “La idea es introducir una tecnología intermedia como transición y, posteriormente, adoptar plenamente la tecnología más avanzada que cumpla con lo estipulado en la resolución”, explicó Montalvo. Esta transición también busca impulsar la renovación del parque de maquinaria operativa en las ciudades, priorizando el ingreso de nuevas unidades que cumplan con los estándares ambientales establecidos.

En cuanto a soluciones complementarias, el programa CALAC+ también contempla el uso de tecnologías de filtros de partículas para maquinaria que aún puede mantenerse en operación, así como la posibilidad del retrofit —una técnica que permite adaptar equipos antiguos a nuevos estándares mediante modificaciones tecnológicas. De manera paralela, el avance en la oferta de maquinaria eléctrica en el mercado nacional ya comienza a marcar un nuevo horizonte en esta transición energética.

“Estamos viendo cómo estas nuevas tecnologías no solo reducen las emisiones de partículas, sino también contribuyen a una operación más eficiente y racional del combustible”, apuntó el experto. Montalvo destacó que la evolución tecnológica ha ido acompañada de mejoras operativas. “En transporte, por ejemplo, hemos avanzado desde el estándar Euro 1 hasta el Euro 6; en maquinaria, desde stage 1 hasta stage 5, lo cual también ha impactado positivamente en la reducción de emisiones”.

El impacto de estas medidas ya se refleja en cifras. Según datos aportados por CALAC+, hasta la fecha se han logrado mitigar aproximadamente 139 toneladas de CO₂ equivalente y 52 toneladas de carbono negro, uno de los contaminantes más perjudiciales para la salud por su tamaño ultrafino y capacidad de penetrar profundamente en los pulmones.

Con la culminación del programa prevista para julio de 2025, y una inversión total de 1,5 millones de francos suizos, la iniciativa deja sentadas las bases para una política pública más robusta y efectiva en el control de emisiones móviles en Colombia. Además, marca un hito en la cooperación internacional orientada a fortalecer las capacidades locales para enfrentar el cambio climático y sus efectos en la salud de la población urbana.