Un nuevo convenio firmado entre Corantioquia, la Gobernación de Antioquia, el municipio de Ituango, la Cuarta Brigada del Ejército Nacional, EPM y representantes de la comunidad del corregimiento de El Aro en Ituango buscará transformar esta zona de cara a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, con base en la sostenibilidad y la recuperación del medio ambiente y de vuelta con actividades lícitas en una región históricamente golpeada por el conflicto.
Esto a raíz de la implementación de 88 hogares ecológicos para fomentar prácticas de producción y consumo sostenible y mejorar las condiciones de vida y seguridad humana de las familias.
Sobre ello y el impacto en materia de seguridad y medio ambiente se refirió el Brigadier General Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional, también se refirió sobre este acuerdo y expresó que es clave en el marco de las erradicaciones de cultivos ilícitos que tantos problemas traen a las regiones por lo que tienen «la operación Artemisa que busca que nosotros como fuerza pública contribuyamos a la protección del medio ambiente. En ese contexto, nos encontramos con tres veredas de Ituango que no quedaron en el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de uso Ilícito (Penis) pues hay familias que viven realmente de eso y que nos genera una protesta social muy fuerte cuando íbamos a llevar a cabo la erradicación«.
Por eso, destacó el Brigadier General se decidió buscar y promover alternativas de proyectos productivos para que estas familias salieran de la ilegalidad y trabajaran con cultivos lícitos… Corantioquia les ofreció la facilidad para que tuvieran hogares ecológicos, ‘pancoger’, es decir, productos de rápido consumo, posibilidades de empleo como guardabosques o en huertas y un trabajo coordinado e interinstitucional con lo que «esperamos quitar esos cultivos ilícitos, que son unas 90 o 100 hectáreas y hacer que estas personas tengan cultivos dentro de la legalidad, pero más importante que esto, es que ojalá se convierta en un plan piloto que sirva de base para otras regiones del país donde el trabajo coordinado entre las agencias privadas y oficiales pueda llevar a mejorar las condiciones de estas personas, apuntó Díaz Mateus.
Además de este enfoque se tendrá la formación de tres grupos de Guardianes de la Naturaleza con la participación de niños, niñas y adolescentes de familias vinculadas a hogares ecológicos, como estrategia de integración familiar y promoción de valores asociados al cuidado de la vida.
También se adoptará el establecimiento de un Bio Vivero Comunitario, destinado a la producción de plantas nativas para rehabilitación de áreas degradadas, recuperación de conectividad ecológica y mejoramiento de la seguridad alimentaria y la producción agrícola, en escenarios económicos locales lícitos.
Al respecto sobre la importancia de este convenio, Ana Ligia Mora, directora general de Corantioquia, explicó que “estamos en un ejercicio piloto que busca articular las instituciones en un propósito fundamental de devolver la legalidad, de buscar la erradicación de los cultivos ilícitos, pero llegar a estas comunidades en específico de El Aro con oportunidades y proyectos productivos en educación, en una oferta integral”.
Además, dijo que se busca que las personas de la comunidad de El Aro recobren la confianza en sus instituciones, migren a actividades legales, mejoren su calidad de vida en torno a la seguridad y generen proyectos de largo alcance que permitan la sostenibilidad de ellos y del territorio.
“Vamos a colocar todo el esfuerzo posible por parte de las instituciones para que sea un modelo para Antioquia y el país de trabajo en equipo, de articulación y sobre todo de amor por la seguridad y la legalidad. Buscar siempre el beneficio de nuestras comunidades”, concluyó la directora de Corantioquia sobre este nuevo convenio, estratégico en una región históricamente golpeada por dificultades de diversa índole.
