Idea de Petro de una Constituyente llevaría a Colombia a un “escenario extremo y altamente incierto”, según fuentes

Idea de Petro de una Constituyente llevaría a Colombia a un “escenario extremo y altamente incierto”, según fuentes

Otros analistas consideran que es abrir una caja de Pandora que traería inestabilidad.

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El presidente Gustavo Petro abrió la puerta a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, alegando que enfrenta un «bloque institucional» que ha obstaculizado las reformas impulsadas por su Gobierno.

Durante una entrevista con CNN, el mandatario señaló que si la Corte Constitucional invalida el decreto con el que se convoca a una consulta popular, su Gobierno promovería una nueva convocatoria a través de una iniciativa ciudadana.

“Si se cae en la Corte Constitucional, entonces se recogerán ocho millones de firmas del pueblo colombiano para volver a presentar la consulta. Y si se vuelven a burlar de la consulta, entonces ya no queda otro mecanismo que un pueblo, en elecciones, masivamente pida la Asamblea Nacional Constituyente”, afirmó.

Petro ha insistido en que su intención con la consulta es que la ciudadanía se pronuncie directamente sobre la reforma laboral, que ha enfrentado múltiples bloqueos legislativos. El recién designado ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, respaldó esta postura y explicó que una Constituyente no debe nacer del Ejecutivo, sino del pueblo. “La convocatoria debe surgir del pueblo”, dijo en entrevista con Blu Radio.

Críticas y advertencias de una Asamblea Constituyente

La posibilidad de una Constituyente ha generado preocupación en varios sectores, debido al precedente de la Asamblea de 1991, que terminó con un mandato ampliado y asumió plenos poderes constituyentes.

El analista Ricardo Ávila considera que tanto la consulta como la Constituyente responden más a una estrategia política que a una necesidad constitucional. “Incluso si esas iniciativas no prosperan, funcionan como un llamado a las bases, con miras a las elecciones de 2026. Para el Pacto Histórico es clave mantener una representación fuerte en el Congreso y posicionarse desde ya en el escenario presidencial”, señaló.

Ávila advirtió que abrir la puerta a una constituyente es como “abrir la caja de Pandora”, al tratarse de un proceso impredecible. “En teoría, una Asamblea Constituyente puede tener un mandato limitado, pero el antecedente de 1991 muestra que puede asumir poderes totales. Si se concreta, sería un escenario extremo y altamente incierto”, explicó.

Presidente Petro
El momento en el que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, juró que no convocaría una Asamblea Nacional Constituyente.

Para el politólogo Yann Basset, la iniciativa de una Constituyente parece más una bandera simbólica del presidente que una opción inmediata. “Recolectar firmas para una nueva consulta es un proceso que toma tiempo. No hay ninguna posibilidad de que una Asamblea Constituyente se convoque, organice y sesione antes de las elecciones de 2026”, advirtió. Según Basset, esta narrativa busca preservar el legado de Petro y mantener viva la agenda de sus reformas frente a la resistencia institucional.

El exprocurador Alfonso Gómez Méndez también se pronunció en su cuenta de X, calificando la idea de “descabellada” y una “amenaza”. Recordó que cualquier proceso constituyente debe pasar por el Congreso. “Nuestra Constitución establece que solo a través de los canales institucionales y democráticos se puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente. No hay atajos: el respeto por la ley es la base de nuestra democracia”, escribió.

Ante una eventual convocatoria, el decano de la facultad de derecho de la Universidad Libre, Kenneth Burbano, explica el proceso: “Dicha ley, que debe ser aprobada por mayoría absoluta de una y otra cámara, debe indicar la competencia, el periodo y la composición de la asamblea. Una vez aprobada la Ley, de manera automática esta es controlada por la Corte Constitucional, solo por vicios en el procedimiento de su formación”.

Y añade: “Avalada por la Corte Constitucional, se realiza la votación para la convocatoria, la cual se entiende aprobada si vota afirmativamente la tercera parte del censo electoral. En caso de que sea aprobada, nuevamente los ciudadanos deben elegir a los miembros de la Asamblea por voto directo y en acto electoral autónomo. Y una vez elegida la Asamblea, esta entrará en sesión y tiene la competencia para fijar su reglamento”.

Eso sí, el experto sostiene que no es un camino fácil: “El mecanismo de reforma por Asamblea exige que haya una confluencia de todas las ramas del poder público, del ejecutivo, legislativo y judicial. En este sentido, para que se dé la posibilidad de la reforma por Asamblea debe existir una misma sintonía entre estas ramas del poder.

 Ahora, en caso de que no haya una sintonía, debe entenderse que ello es así en virtud del principio de separación y colaboración armónica, y, por tanto, no debe pensarse en escenarios de creación de golpes de Estado”.

Con lo anterior, la mayoría de los analistas prevén que convocar a una Asamblea Constituyente crea un escenario marcado por tensiones políticas, la cual si bien sería difícil de concretar antes de las elecciones Presidenciales del 2026 ya empieza a agudizar la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo para aprobar las reformas como el presidente Petro quiere.