El Instituto Internacional de Finanzas (IIF) dio a conocer un nuevo análisis sobre cómo los mercados emergentes han respondido fiscalmente a los retos más importantes del Covid-19.
La primera gran conclusión es que estas economías llevaron a cabo una política fiscal expansiva el año pasado y una consolidación gradual en este 2021.
Si bien los déficits fiscales fueron altos, la mayoría tuvo recursos para responder a la emergencia de financiación.
Explica el IIF que “los extranjeros se retiraron del mercado local, pero los compradores nacionales y las emisiones externas salvaron el día”.
Llama la atención el análisis en que, para 2022 y 2023, todos los mercados emergentes cuyos déficits aumentaron drásticamente durante la crisis de Covid-19 planean mejorar sus posiciones fiscales.
“El ajuste planificado es particularmente exigente en las economías andinas. El descontento social en la región es alto, lo que dificulta aún más los recortes”, puntualiza el análisis.
Sin embargo, teniendo en cuenta una perspectiva de crecimiento, “la consolidación será un lastre para la actividad económica en todos los ámbitos. En este contexto, esperamos que varios países retrasen el ajuste fiscal a su debido tiempo”.
El IIF prevé que, en economías como la colombiana, la reducción sustancial del déficit fiscal en los próximos dos años “sea la característica definitoria de los planes de la mayoría de los países”.
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Mientras que las magnitudes son más extremas en Chile, “donde esperamos que el nuevo gobierno relaje los objetivos después de las elecciones de noviembre”.
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