El Institute for International Finance (IIF) ve mejoras en las perspectivas del crecimiento económico de Chile gracias al comportamiento de los precios del cobre, principal producto de exportación de ese país, y el aumento del gasto público fomentado por la administración de Sebastián Piñera.
Ese contexto hace que, probablemente, este sea uno de los primeros países de Latinoamérica que alcanzará los niveles de ingresos que registraba antes de la pandemia, marcando una recuperación sobresaliente ante el resto de la región.
“La recuperación del crecimiento de este año va camino de ser mucho más fuerte de lo previsto anteriormente debido a un impulso fiscal sustancialmente mayor, los retiros de pensiones en curso, la continua adaptación a un entorno de virus, la vacunación rápida y vientos de cola externos”, consideró el IIF.
Un informe de Credicorp publicado esta semana resaltó las mismas condiciones de la economía de Chile, que hacen que este se perfile como uno de los primeros mercados de Latinoamérica que regresará su Producto Interno Bruto (PIB) a los niveles prepandemia.
Cuando se revisa el escenario de Chile con el de sus pares de la región, este registra el mejor comportamiento en la recuperación, seguido de Brasil y Perú, mientras que Colombia y México, si bien se reactivan, van a un paso más lento que el resto (ver gráfico).
“La fuerte demanda interna y los altos precios del cobre han creado desafíos para la política monetaria. Si bien la presión inflacionaria debería ser en parte temporal, el margen para seguir retrasando la normalización de políticas es limitada”, apuntó el Instituto.
Si bien a 2021 las perspectivas de crecimiento económico son positivas, a partir de 2022 la incertidumbre política marca la discusión sobre el comportamiento macroeconómico del país, periodo en el que se tendrá un nuevo gobierno en el Palacio de la Moneda y se llevará a Plebiscito el texto de la que podría convertirse en la nueva Constitución.
El IIF dice que los analistas de Chile están preocupados por el debilitamiento de la inversión privada a mediano plazo, aspecto que podría afectar el potencial de crecimiento; y la implementación de planes para regreso a la austeridad después de las elecciones presidenciales.
Para el Instituto, el país registraría un crecimiento del PIB del 8 % en 2021; el Banco Central sitúa ese indicador en un rango de 8,5 % y 9,5 %. “La recuperación estará impulsada en gran medida por el consumo, debido a la amplia liquidez de los hogares disponible desde transferencias y ahorros previsionales, con inversión rezagada”, resaltó el Instituto.
El déficit presupuestario estructural se proyecta en alrededor del 6% del PIB y el impulso fiscal se sitúa en 3,4 % en 2021. La deuda pública estaría por del 40 % del PIB para 2025. En síntesis: los asuntos políticos de Chile serán determinantes para el crecimiento económico del país.
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