Por: Martin Jaramillo – Voz: Luis F Molina
La reforma tributaria que se le presentó hace poco al país nos muestra que, como decía en algún momento en una columna en El Espectador, esta es una tributaria de pase corto.
Lo cierto es que en Colombia tenemos unos impuestos muy malos, inequitativos en muchos aspectos e ineficientes en muchos más. Las empresas, solo por poner un ejemplo, tienen unos impuestos tan altos que nos hacen poco competitivos de cara a los inversionistas. Con este ecosistema tan hostil a la creación de valor, no nos puede parecer raro que tengamos alto desempleo y poca competitividad. En esta serie de columnas, durante las próximas semanas, esperamos comentar la reforma tributaria actual, por supuesto, pero también dar ideas de cómo podemos tener mejores impuestos en el país.
Por lo pronto, vale la pena señalar que esta reforma tributaria, más que buscar ir al buscar el partido y hacer goles que le mejoren la vida a los colombianos, se queda en la parte de atrás con pases cortos, con un poco más de lo mismo de todas las tributarias: impuestos a las empresas, medidas inocuas de austeridad y aumentos ligeros a las mismas personas y empresas que siempre han pagado impuestos.
Esto no es lo ideal, como veremos en este espacio, pero ahora no es un momento para pensar en la reforma tributaria ideal, sino en la posible. Una que consiga los recursos para pagar por la deuda en la que nos metimos con la pandemia y que no incendie en el país en el intento. En ese sentido, el Ministro hace bien en proponer una reforma tributaria de pase corto. Puede que no nos gane el partido, pero nos compra el tiempo para disputar los penales.
Luis F Molina – Voz Bipolar. Amigo. Periodístico manizaleño. Radial. Newsie. Incomprendido. Afinador de silencios. https://www.luisfmolina.com/
Martin Jaramillo L – Autor Fan de Thomas Sowell, Steven Landsburg y Milton Friedman. Hayek me ha enseñado una que otra cosa. Economista. Liberal. http://economiaparamiprima.com
