Una investigación de Reuters reveló que, en el otoño de 2022, mientras Ucrania recuperaba territorios como la región de Jersón, Elon Musk ordenó a ingenieros de SpaceX desactivar el servicio satelital Starlink en zonas clave del frente.
Este apagón deliberado provocó interrupciones críticas en comunicaciones militares, afectando control de drones, coordinación artillera e incluso el cerco a tropas rusas.
Contexto global y dependencia de Starlink en el conflicto
Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, Ucrania adoptó masivamente Starlink como su principal medio de conectividad satelital. Más de 50.000 terminales fueron distribuidos, donados por SpaceX, EE. UU., Polonia, Alemania y aliados internacionales. La infraestructura fue clave para mantener energía, comunicaciones gubernamentales, atención médica, telecomunicaciones y operaciones militares.
Estos dispositivos permitieron la transmisión en tiempo real de imágenes de drones para ajustamiento de fuego, coordinación táctica y reconexión de ciudades liberadas. Dependiendo de esta tecnología, la fragilidad del sistema quedó expuesta durante el apagón.
Apagón en Jersón y otras regiones clave
Según la investigación, Musk emitió una orden directa para desactivar Starlink en zonas como Jersón y partes del Donetsk. Al menos 100 terminales cayeron al mismo tiempo, creando «zonas muertas» en el mapa de cobertura satelital.
El impacto fue inmediato: unidades ucranianas perdieron conectividad, los drones dejaron de transmitir video y la artillería no pudo ajustar sus disparos. Una fuente militar comentó que esta interrupción fue clave para impedir el cerco a tropas rusas cerca de Beryslav.
¿Por qué Musk tomó esa decisión?
Reuters reporta que el empresario habría actuado por temor a una escalada nuclear por parte de Rusia. Consideró que el avance rápido de Ucrania podría provocar una respuesta de gran magnitud. En privado, personal de SpaceX y oficiales militares expresaron su sorpresa, ya que Musk tenía una capacidad de influencia sin precedentes sobre el curso del conflicto.
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Repercusiones políticas y operativas
La noticia causó preocupación tanto en altos mandos de EE. UU. como en Kiev. Llamadas urgentes entre oficiales ucranianos y del Pentágono no aportaron explicaciones inmediatas, y muchos desconocieron si la decisión fue técnica, estratégica o motivada por factores externos. El Departamento de Defensa estadounidense se negó a comentar públicamente.
A pesar de afirmaciones públicas posteriores de Musk sosteniendo que “Starlink nunca sería apagado” como herramienta política, la investigación reveló que ya se había interrumpido el servicio deliberadamente en zonas críticas.
Lecciones sobre dependencia tecnológica en la guerra moderna
La situación ilustra un fenómeno clave: cuando una infraestructura privada como Starlink se convierte en elemento estratégico militar, su control puede redefinir eventos geopolíticos. Las fuerzas ucranianas, ampliamente dependientes, vieron cómo una decisión privada afectó operaciones decisivas.
Este episodio también generó debates globales, en lugares como Taiwán o Italia, sobre los riesgos de depender de sistemas controlados por particulares en contextos de seguridad nacional.
Fallo global de Starlink en julio de 2025: el riesgo de confiar en un solo proveedor
El 25 de julio de 2025, Starlink enfrentó una interrupción global de dos horas y media, causada por una falla interna de software. Más de 50.000 terminales en Ucrania dejaron de funcionar simultáneamente, afectando operaciones militares y civiles en el frente.
Según oficiales ucranianos, varias misiones de drones fueron pospuestas y otras se ejecutaron sin video en tiempo real, reduciendo drásticamente la efectividad táctica. La interrupción generó llamados urgentes para diversificar los métodos de comunicación y no depender exclusivamente de internet satelital.
SpaceX aceptó responsabilidad, anunció la implementación de una solución y aseguró que el servicio fue restablecido en horas. Sin embargo, el incidente reforzó la necesidad de alternativas autónomas y resilientes ante fallos tecnológicos centralizados.