Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa estatal de México, reportó un crecimiento en sus ventas e ingresos durante el segundo trimestre de 2021, lapso en el que consiguieron reducir los costos de la producción por barril de petróleo.
Las ventas durante ese periodo fueron del orden 347.436 millones de pesos mexicanos (US$17,5 millones), respecto a los $181.693 millones de pesos mexicanos de igual lapso de 2020, marcando así un crecimiento en las entradas que percibió la compañía.
La utilidad neta se situó en 87.612 millones de pesos mexicanos en el segundo trimestre, cifra que marcó al alza respecto al mismo periodo de 2020, cuando ese rubro fue de 10.162 millones de pesos mexicanos.
Si bien de 2018 a 2019 se registró un incremento en el costo de la extracción del petróleo, que pasó de US$13,7 por barril a US$14,06, para 2020 se registró un decrecimiento del 20,7 %, que dejó ese indicador en US$11,5.
Para junio, la producción de petróleo fue de 1,76 millones de barriles diarios (mbd), número que anotó el segundo mes consecutivo de incrementos. En mayo la producción fue de 1,755 mbd, mientras que para abril esta se había ubicado en 1,751 mbd.
El campo de Quesqui es el más importante para la producción de petróleo de la firma estatal, representando la extracción de 50,6 mbd en cinco pozos, seguido por Ixachi: de sus nueve pozos se extraen 24,1 mbd.
Pemex se encuentra en un proceso de modernización de sus refinerías, un esfuerzo del Gobierno de México enmarcado en su estrategia para renovar las capacidades en materia del crudo del país a través de la reforma de hidrocarburos. Además, también incursionará en el mercado del gas doméstico, a través de la filiar Gas Bienestar.
A pesar de esto, Moody’s Inverstors Service rebajó la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) a “Ba3” y mantuvo la perspectiva en negativa, argumentando la incapacidad de la empresa para financiar sus propias inversiones.
Pemex responde que “la industria de refinación, si bien opera con márgenes estrechos, no significa esto que opere de manera permanente con pérdidas, de lo contrario no habría mercado de gasolinas y diésel en el mundo.”
La petrolera trabaja en reducir su deuda de largo plazo e incrementó en 20 % el proceso de crudo en las refinerías. También edujo en casi 90 % el robo de combustibles y obtuvo un ebitda de 36 %.
El Gobierno de México intervino para reducir la tasa del DUC a 54 % y ha otorgado incentivos fiscales adicionales a la compañía para que esta pueda recuperar sus finanzas.
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