Israel inició ataques militares contra Irán, según confirmaron este jueves funcionarios estadounidenses citados por Reuters. La operación se da en medio de crecientes tensiones regionales y genera ya un impacto significativo en los mercados financieros y el precio del petróleo.
De acuerdo con medios como Axios, el ministro de Defensa de Israel declaró el estado de emergencia en todo el país, anticipando posibles represalias con misiles y drones por parte de Teherán. La ofensiva, descrita por Israel como un “ataque preventivo” contra instalaciones nucleares iraníes, se produce justo cuando vencía un plazo crítico en las negociaciones nucleares, según advirtió previamente la Casa Blanca.
Durante la madrugada del viernes (hora local), medios estatales iraníes reportaron explosiones al noreste de Teherán. Dos funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, aseguraron que su país no participó ni prestó asistencia en la operación militar israelí. CNN, por su parte, informó que el expresidente Donald Trump estaba convocando una reunión de gabinete, aunque no se detalló su relación directa con los hechos.
Irán había prometido previamente responder ante cualquier ataque. La acción israelí eleva el riesgo de una nueva escalada en Medio Oriente, una región clave para la producción global de petróleo, en un contexto económico ya presionado por tensiones comerciales internacionales.
Los mercados reaccionaron de inmediato.
- El crudo Brent se disparó más de un 6 %, alcanzando los US$73,56 por barril.
- El oro, considerado un activo refugio, subió un 1 % hasta los US$3.419 por onza.
- El franco suizo también ganó terreno frente a otras monedas.
- Los futuros del índice S&P E-mini de EE. UU. cayeron un 1,5 %, y los del Nasdaq un 1,7 %.
- En Asia, el Nikkei japonés perdió un 1,4 %, mientras que el Kospi surcoreano cayó un 1,2 %.
“Los inversionistas están refugiándose en activos seguros mientras circulan noticias sobre el ataque israelí a Irán”, explicó Karl Schamotta, estratega jefe de mercados en Corpay, desde Toronto.
Este nuevo episodio de violencia eleva la incertidumbre geopolítica en la región y podría tener repercusiones duraderas en la estabilidad energética y económica global.
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