La porcicultura colombiana cerrará 2025 como uno de los sectores con mayor peso dentro del agro, tanto por su crecimiento productivo como por su aporte económico, consumo interno y generación de empleo. Así lo señaló Jeffrey Fajardo López, presidente ejecutivo de Porkcolombia, en entrevista con Valora Analitik.
El dirigente destacó que el sector ocupa hoy el tercer lugar del PIB agropecuario, solo por detrás de las industrias láctea y avícola. “Colombia se ha convertido en un país porcícola”, afirmó Fajardo, al subrayar que el crecimiento del sector no se limita a la producción, sino que también obedece a una mayor presencia del cerdo en la gastronomía, los restaurantes, los hoteles y el consumo cotidiano de los hogares.
Producción, consumo y empleo: balance de 2025
Para el cierre de 2025, la porcicultura registrará un crecimiento cercano al 6,5 % en producción y alrededor de 5,5 % en beneficio, con una producción aproximada de 700.000 toneladas de carne de cerdo en el país. Esta oferta se complementa con importaciones para atender la demanda interna.
En términos de consumo, Colombia se acerca a 16 kilogramos de carne de cerdo por persona al año, y el sector está a pocos años de superar el consumo de carne de res, de acuerdo con el presidente de Porkcolombia.
El impacto del sector también se refleja en el empleo. Actualmente, la porcicultura genera alrededor de 280.000 empleos directos formales, con presencia en más de 100 municipios.
Aunque el balance de 2025 es positivo, el entorno macroeconómico sí tuvo efectos sobre el consumo. Fajardo señaló que el impacto de la reforma tributaria redujo el ingreso disponible de los hogares, afectando la demanda de proteínas animales, incluido el cerdo.
Sobre el dólar, explicó que el tipo de cambio tiene un efecto de doble vía para el sector: una tasa más baja reduce el costo de importación de insumos como maíz y soya, pero también abarata la carne importada, lo que presiona el mercado interno y termina neutralizando el impacto.
El directivo advirtió que cualquier cambio en las condiciones de importación de estas materias primas, particularmente desde Estados Unidos, se traduciría en mayores precios para el consumidor final de proteínas como cerdo, pollo y huevo.
2026: cautela política y foco exportador
De cara a 2026, el presidente de Porkcolombia advirtió que el primer cuatrimestre estará marcado por la incertidumbre política, un periodo en el que tradicionalmente se frenan inversiones y proyectos productivos. No obstante, señaló que, una vez despejado el panorama, los mercados suelen estabilizarse.
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En paralelo, el sector avanza en la apertura de mercados internacionales. Hay gestiones en curso y visitas sanitarias para exportar a Filipinas, así como procesos con China y Corea del Sur, con el objetivo de materializar una estrategia de exportaciones en los próximos años.
“El reto es convertir el crecimiento interno en exportaciones reales”, concluyó Fajardo.




