En un mundo empresarial cada vez más complejo y competitivo, la eficacia operativa es fundamental para el éxito a largo plazo.
La aparición de sistemas ERP (Enterprise Resource Planning – de planificación de recursos empresariales) ha sido una respuesta a la necesidad de gestionar eficientemente los recursos y procesos empresariales.
Sin embargo, a pesar de la diversidad de soluciones disponibles, queda claro que la existencia de un sistema ERP no garantiza por sí sola la resolución de los problemas.
Para una empresa colombiana, la implementación de una solución ERP, puede variar dependiendo de las necesidades y la complejidad de cada empresa, así puede ser 3 meses como 1 año dependiendo de cada proveedor y cómo maneja su propio proceso de implementación.
Para la empresa 1Ci, dicha implementación incluye un estudio detallado de las necesidades del cliente, el mapeo de los procesos empresariales, la identificación de brechas (GAPs), la configuración del sistema y el soporte continuo. Además, de la posibilidad de adicionar funcionalidades personalizadas según los requerimientos específicos de cada empresa.
Sin embargo, un problema recurrente al momento de configurar y probar el sistema, es la posibilidad de que los empleados y los usuarios no le den la importancia a seguir el proceso establecido, lo cual conllevará a que el sistema no podrá proporcionar los datos útiles, y estos serán en extremo irreales.
Los jefes de producción pueden ignorar poner los tiempos correctos de inicio y final de operaciones, los jefes de bodega pueden olvidarse de registrar los movimientos de inventario, mientras que los ejecutivos verán un cuadro distorsionado de lo que está pasando en la empresa.
Sistemas ERP y sus beneficios
Por ello es fundamental entender que la responsabilidad de la implementación y el éxito continuo recae en las dos partes: el proveedor de la solución que debe entregar software implementado con los parámetros y alcance adecuados para la gestión de los procesos de la empresa con eficiencia y eficacia entregando el conocimiento para su óptimo uso y aprovechamiento; y el cliente, que se debe comprometer internamente para adoptar su nueva realidad propiciando un cambio real y duradero en la situación empresarial.
Para que las empresas se amolden de manera ágil y pronta a la implementación, es crucial colaborar con el equipo, designar correctamente a los responsables del proyecto, poner empeño en el proceso y asegurar la participación activa de la alta gerencia en todas las etapas, puesto que solo con apoyo interno existirá un cambio real en la situación del cliente.
Con una correcta implementación de una solución es posible obtener beneficios inmediatos como un sistema de seguimiento unificado, mejora del trabajo en equipo, seguimiento de stock y un sistema de gestión de documentos de calidad (SGDC).
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Además, es posible la automatización de más de 20 puestos de trabajo, el doble de rapidez en los informes de gestión, la reducción del 35 % en el número de errores, un aumento del triple en el flujo de información entre equipos, un duplicado en la eficacia y una aceleración del 40 % en los procesos de compra.
Al respecto, Sergio Sirenko, director de Desarrollo de Negocios para Latinoamérica de 1Ci, indica que “la verdadera resolución de los problemas no radica únicamente en la tecnología, sino en cómo se implementa y se trabaja con ella. Más allá del sistema en sí, es crucial seleccionar un equipo o persona líder con un profundo entendimiento de los desafíos específicos que enfrenta el cliente”.