El PIB real de EE. UU. se contrajo a una tasa anual del 5% en el primer trimestre de 2020, según la tercera revisión publicada hoy por la Oficina de Análisis Económico, lo que confirma las consecuencias de la pandemia de Covid-19 en la economía estadounidense.
La disminución del PIB real en el primer trimestre reflejó las contribuciones negativas del gasto personal, la inversión en inventarios, la inversión fija no residencial y exportaciones, que fueron parcialmente compensadas por contribuciones positivas de la inversión fija residencial, el gasto del gobierno federal, estatal y local.
El revés en el gasto personal puso de manifiesto una caída en los servicios, liderados por la atención médica, así como por los servicios de hostelería y alojamiento. Por su parte, la inversión fija no residencial se vio afectada por una caída en la compra de equipos, especialmente aquellos relacionados con el transporte. El traspiés de las exportaciones reflejó principalmente el impacto de la pandemia en el área de servicios.
Los beneficios empresariales, que incluyen el valor de inventarios y ajustes de consumo de capital, se desplomaron en US$262.800 millones en el primer trimestre, frente al aumento de US$53.000 millones registrado en el cuarto trimestre de 2019.
No obstante y, a pesar de este resultado, el indicador GDP Now, que elabora la Reserva Federal de Atlanta, estima que entre los meses de abril y junio, la actividad ha caído ya alrededor de un 45,5%.
Desde Moody´s Analytics estiman que, en el segundo trimestre de 2020, el PIB registrará un crecimiento negativo de al menos un 39,7%.
Solicitudes de subsidio por desempleo
De otro lado y por decimocuarta semana consecutiva, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en EE. UU. se ubicaron por encima del millón, una barrera que no se había superado antes de la pandemia, según datos del Departamento del Trabajo.
En la semana terminada el 20 de junio, se registraron 1,48 millones de solicitudes iniciales, 60.000 menos que en el reporte anterior.
Sin embargo, las solicitudes iniciales mantienen una tendencia a la baja desde hace 12 semanas, después de marcar un máximo histórico de 6,86 millones a finales de marzo.
El resultado de esta semana quedó por arriba de los pronósticos de analistas entrevistados por Bloomberg, que esperaban 1,32 millones de solicitudes iniciales. Es la segunda semana consecutiva en la que el indicador es peor a lo esperado por el mercado.
(Con información de Cnbc)
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