Rumbo al cierre del segundo semestre 2023, el volumen de inversiones de Venture Capital en Latinoamérica fue de US$400 millones.
Esto demuestra una disminución del 84 % si se compara con el mismo periodo del año pasado. Por lo que el Capital de Riesgo tendrá que abordar ciertos retos en la región para el 2024.
“Las inversiones de capital de riesgo en startups colombianas han caído un 75,71 % en el primer semestre de este año en comparación con el mismo período del año anterior, según un informe de TTR Data. Las inversiones totales alcanzaron los US$252 millones en ese período, lo que ha llevado a las startups a diversificar sus fuentes de financiación. Las principales inversiones provienen de Wayra Hispam, ALIVE Early Growth Fund Il y Platanus Ventures”, indica Venture Capital.
En esta línea, Arnoldo Matheus, Mentor en 500 Global, comentó que “si bien Colombia ha sido un lugar importantísimo para las inversiones de capital de riesgo en Latinoamérica, no ha sido la excepción para una industria que se vio globalmente impactada en 2023. El aumento de las tasas de interés en EE. UU. y las tensiones geopolíticas han reducido el apetito de los inversionistas en el asset class y, particularmente en mercados como el colombiano, ha incrementado la exigencia para los founders. Se está dando mucho mayor peso en founders que demuestren ingresos crecientes y rutas claras hacia su rentabilidad”.
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¿Cuáles son los retos de Venture Capital para el 2024?
Esto quiere decir que, los inversionistas de Capital de Riesgo se enfrentarán a cuatro retos principalmente:
- Regulación de sectores para startups: cada país cuenta con regulaciones distintas, lo que genera dificultades a las startups para diseñar estrategias de expansión en la región, esto se traduce en que en algunos países se encontraron con barreras de manera legal y, aunque ya se está trabajando en ello, aún hay cosas por mejorar. Esta arista pareciera estar tomando un camino claro con algunas estructuras legales como el Cayman Sandwich o Delaware Tostada planteados por Latitud.
- Economías volátiles en la región: la constante incertidumbre en la economía de algunos países en Latam podría hacer que varios inversionistas o fondos, duden en invertir por miedo a no ver resultados favorables por temas de inflación. Sin embargo, países como México, Colombia y Chile han creado ecosistemas prósperos para combatir este reto que cada vez más forman mejores y más resilientes founders.
- Mayor competitividad por empresas rentables: entrando al 2024 y dándole más peso a las empresas que demuestren crecientes ingresos y potencial de rentabilidad temprana, la competitividad entre los fondos por espacio en los cap tables de esas startups aumentará. La premisa «cash is king» estará más presente que en años anteriores y será más notorio el «winners takes all» para las startups.
- Evaluación de downrounds: para el 2024 muchas startups que levantaron financiamiento en 2022 estarán levantando nuevas rondas de capital, muchas de ellas a valoraciones inferiores o no tan atractivas como en 2021 y 2022. Si bien muchos de estos negocios han demostrado tracción en el mercado, evaluar su potencial y alinear expectativas con los founders será más retador.
“La disminución del 84 % en el monto invertido en startups de la región durante 2023, se debió al encarecimiento y escaso capital para los emprendedores latinoamericanos sumado a la aumentada exigencia de los inversionistas para financiar empresas que demuestren claras avenidas a la rentabilidad y rápido crecimiento, se pide más que un pitch deck para invertir, la tracción demostrada es clave. De cara al 2024, los fondos de inversión de Capital de Riesgo seguirán enfrentando algunos riesgos que se suman a la situación actual como legislación en sectores altamente regulados, regulaciones obsoletas para emprendedores, economías volátiles, y mayor competitividad en la búsqueda de empresas de probada tracción”, indica Matheus.
Además de esto, según un estudio de McKinsey & Company, el ecosistema de startups de Latinoamérica ha experimentado altibajos recientemente y, a pesar de un considerable aumento en el número de unicornios de 9 en 2018 a 34 en 2021, el 33 % de las startups ha enfrentado rondas descendentes con disminución de valoraciones.
Además, ha habido una disminución de más del 50 % en el volumen de financiación de capital de riesgo entre 2022 y 2023.
“Para atender todos los retos del siguiente año de buena manera, el ecosistema de emprendedores en la región debe esforzarse en potenciar modelos de negocio con estrategias de go-to-market innovadoras, demostrando así, la capacidad de generar altos ingresos y rentabilidad temprana”, finaliza Matheus.