Videocolumna | ¿Cómo reducir el riesgo de no alcanzar tus objetivos al invertir?

Milagros Ríos, directora de Asset Management en Allianz Colombia, habló de gestionar riesgos durante la etapa de acumulación para cumplir objetivos.

Compártelo en:

En la vida financiera, todo plan está marcado por dos grandes fases: la acumulación —cuando se construye el capital— y la desacumulación —cuando se disfruta y administra lo acumulado—. Durante la primera, quizá el mayor desafío es el riesgo de no cumplir los objetivos que se trazan al invertir.

Así lo explicó Milagros Ríos, directora de Asset Management en Allianz Colombia, en una conversación con Valora Analitik: “Cuando hablamos de ahorro o inversión, siempre pensamos en una meta concreta: comprar una vivienda, financiar la educación de los hijos, asegurar un retiro digno o cumplir un sueño personal. Pero entre el propósito y la meta final existen factores que pueden alterar el camino”.

Muchas veces se cree que “invertir bien” significa anticipar al mercado: acertar en el momento justo para entrar o salir de un activo, predecir qué subirá y qué bajará. La realidad es que ni siquiera los expertos más reconocidos pueden hacerlo con exactitud. La historia reciente lo demuestra: pandemias, conflictos bélicos o crisis políticas globales son eventos inesperados que cambian de un día para otro la dinámica de los mercados. Pretender anticiparlos es tan incierto como apostar con una moneda al aire.

La buena noticia es que, aunque no se pueda adivinar el futuro, sí existen formas de gestionar esos riesgos y aumentar la probabilidad de cumplir lo que nos proponemos. Según Milagros, hay cuatro principios que pueden marcar la diferencia.

  • Definir con claridad los objetivos

Antes de invertir, vale la pena detenerse en una pregunta esencial: ¿para qué estoy ahorrando? No es lo mismo planear la compra de una casa en cinco años que proyectar la universidad de los hijos en 10, o simplemente proteger el patrimonio contra la inflación. Cada meta requiere una estrategia distinta, con plazos, montos y niveles de rentabilidad bien definidos. La claridad de los objetivos es el punto de partida de toda inversión inteligente.

  • Conocer el perfil de riesgo

La regla básica es clara: a mayor rentabilidad, mayor riesgo. Ninguna inversión es totalmente segura. Incluso un CDT, considerado conservador, puede verse afectado por el riesgo de impago o por la pérdida de valor frente al aumento de los precios. Por eso, resulta clave que cada persona se conozca a sí misma como inversionista y que su asesor entienda qué nivel de riesgo está dispuesta a asumir y durante cuánto tiempo. Un portafolio diseñado sin esa coherencia puede llevar a frustraciones o pérdidas innecesarias.

  • Diversificar el portafolio

La diversificación es, sin duda, la herramienta más poderosa para reducir riesgos en el largo plazo. Todos los activos atraviesan ciclos de valorización y desvalorización, dependiendo del contexto económico. Esos ciclos se parecen a las estaciones del año: sabemos que llegarán lluvias o sequías, aunque no con exactitud cuándo. Por eso, un portafolio equilibrado debe estar preparado tanto para protegerse en épocas difíciles como para aprovechar oportunidades en periodos de bonanza.

  • Mantener coherencia en la estrategia

Los mercados financieros están llenos de emociones. Una noticia puede generar euforia o temor en cuestión de minutos. Sin embargo, tomar decisiones impulsivas puede desviar el rumbo de un plan bien diseñado. Vender en el peor momento por miedo, o abandonar una estrategia justo antes de alcanzar la meta, son errores comunes que restan valor a años de esfuerzo. Si el portafolio está diversificado y alineado al perfil de riesgo, la recomendación es simple: confiar en la estrategia y evitar decisiones dictadas por las emociones.

Más allá de la incertidumbre

En últimas, invertir no se trata de predecir el futuro, sino de gestionarlo con inteligencia. El verdadero éxito financiero consiste en mantenerse en el camino, adaptarse a los cambios y no perder de vista los objetivos iniciales.

En esta tarea, contar con acompañamiento experto marca la diferencia. Compañías como Allianz Colombia ofrecen soluciones como los Fondos Voluntarios de Pensiones y el apoyo de una red de especialistas que orientan hacia decisiones más informadas.

Así las cosas, según la directora el mensaje es claro: alcanzar las metas financieras no depende de tener una bola de cristal, sino de planear con realismo, diversificar con criterio y actuar con disciplina. Blindar la estrategia de inversión es, en definitiva, el primer paso para transformar sueños en realidades.