En un entorno donde la planeación financiera de largo plazo es clave para preservar y hacer crecer el patrimonio, construir un plan integral ya no es opcional: es una necesidad. La Gestión Patrimonial se consolida como una herramienta estratégica para ordenar activos, anticipar riesgos y asegurar estabilidad económica a lo largo del tiempo, tanto para las personas como para sus familias.
Luis Gonzalo Córdoba, director de Gestión Patrimonial en Allianz Colombia, explicó para Valora Analitik que la protección del patrimonio adquiere un papel cada vez más relevante para quienes ya cuentan con una estructura financiera sólida, muchas veces respaldada por su grupo familiar. En estos casos, el foco no está únicamente en acumular, sino en optimizar, proteger y proyectar el patrimonio de manera eficiente y sostenible.
El punto de partida es claro: comprender la situación actual. Esto implica analizar las etapas de vida del grupo familiar, las metas, los ingresos, los activos líquidos y no líquidos, los riesgos, los costos futuros y el impacto de impuestos o sucesiones. Con esta base, la gestión patrimonial permite proyectar escenarios y construir un plan que preserve el valor del patrimonio y acompañe su crecimiento en el tiempo.
Córdoba lo resume así:
“El objetivo final es diseñar un plan que proteja el patrimonio, mejore la eficiencia fiscal, organice la sucesión y acompañe continuamente a la familia para ajustar la estrategia a medida que la vida cambia”.
Si bien no existe una fórmula universal, sí hay ocho pasos clave que permiten tomar decisiones integrales y alineadas con los objetivos financieros y familiares de cada persona:
- Evaluar el patrimonio actual: identificar activos, pasivos y la forma en que están organizados o invertidos los recursos.
- Analizar la estructura familiar: entender quiénes participan, qué roles cumplen y qué riesgos pueden surgir a lo largo del tiempo.
- Definir objetivos financieros: establecer metas realistas para el corto, mediano y largo plazo.
- Diversificar las inversiones: distribuir los recursos para reducir riesgos y fortalecer la resiliencia del portafolio.
- Planificar los impuestos: estructurar el patrimonio de manera fiscalmente eficiente.
- Proteger los activos: implementar mecanismos que resguarden el patrimonio ante eventos inesperados.
- Planificar la sucesión: organizar la transferencia del patrimonio conforme a los deseos familiares y bajo un esquema claro.
- Revisar y ajustar la estrategia: actualizar el plan según cambien las condiciones personales, familiares o del entorno.
La gestión patrimonial va más allá de administrar activos: implica tomar decisiones informadas hoy para proteger la estabilidad y el legado familiar en el futuro. Contar con una estrategia estructurada permite que el patrimonio no solo se preserve, sino que evolucione de forma ordenada y coherente con los objetivos de cada familia.
En ese camino, el acompañamiento de aseguradoras como Allianz Colombia —con experiencia global y conocimiento del contexto local— resulta clave. A través de soluciones especializadas, como los Fondos Voluntarios de Pensiones y herramientas de protección patrimonial, Allianz acompaña a las familias en la construcción de planes integrales que fortalecen su ahorro, protegen sus activos y garantizan continuidad y crecimiento a lo largo de las generaciones.
Prepararse es protegerse. Y protegerse es tomar decisiones inteligentes desde hoy.




