Videocolumna | Proteger la jubilación, una misión más allá del ahorro y la protección financiera

Francisco Contreras, vicepresidente de Asset Management de Allianz, compartió un análisis sobre los riesgos en la etapa de desacumulación.

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Después de una etapa productiva y exitosa durante el periodo de acumulación, es hora de disfrutar los frutos toda una vida de trabajo. Sin embargo, para lograrlo no se puede bajar la guardia porque llega la etapa de desacumulación, donde todos esos ahorros pueden tener una fuga importante si no se tiene una gestión inteligente.

Con esta introducción, Francisco Contreras, vicepresidente de Asset Management de Allianz, compartió con Valora Analitik un análisis sobre los riesgos en la etapa de desacumulación, donde los ahorros realizados durante la vida productiva toman su relevancia como los únicos ingresos de la persona en su jubilación.

Esta videocolumna inicia con una de las conclusiones de su anterior entrega: mientras más se acerca la edad de jubilación, hay menos posibilidad de ahorrar. Entonces, en esos últimos años previos a la pensión es crucial fijarse tanto en los ingresos actuales como en la forma en que se construyen los ahorros para el futuro.

Con esta base, Contreras presenta cuatro riesgos para tener en cuenta durante la etapa de desacumulación: la longevidad, la brecha de salud, la inflación y la liquidez.

  1. La longevidad: este riesgo existe desde la planificación de la jubilación, puesto que, si no se hace el cálculo correcto a la hora de planificar el ahorro sobre la expectativa de vida, puede pasar que el dinero se termine antes de lo esperado.
  2. A esto le sigue la brecha de salud: Si bien al pensionarse el esfuerzo físico y mental disminuye, por naturaleza humana, la necesidad de gastos médicos aumenta. Al cumplir 60 años, el valor de la póliza de salud aumenta por esa misma presunción de que el asegurado lo usará más. Así que, la salud no hay que tomarla a la ligera.
  3. Otro riesgo presente para todos, pero en especial para aquellos en etapa de desacumulación, es la inflación. La cuestión es, ¿Cómo se hace para que su renta pensional tenga la capacidad de mantener su misma calidad de vida tanto hoy como dentro de algunos años? Invertir es una buena alternativa sin importar la edad, pero llegados a esta etapa, un buen asesoramiento es clave para hacerlo, por ejemplo, en vehículos que diversifiquen sus ahorros y le garanticen tener un estilo de vida óptimo en esta etapa.
  4. A este punto también se une la liquidez. Es un riesgo concentrar el fondo pensional en vehículos que no permitan acceder al dinero de forma rápida. Por ejemplo, invertir en fondos de retiro que, en caso de necesitar el dinero por alguna emergencia, cobren penalizaciones excesivas y que pongan en riesgo el capital ahorrado. Lo importante es ser conscientes de que, en caso de emergencia, se esté en la capacidad de acceder a esos ahorros de forma inmediata.

Por eso, más que ahorrar o invertir, se trata de gestionar integralmente los riesgos. Esto implica hacer un uso responsable del capital, estando en la etapa de acumulación, y saber cómo gestionarlo adecuadamente en la etapa de desacumulación.

Para ello, firmas como Allianz, con respaldo global y conocimiento del contexto local, ofrecen soluciones como los Fondos Voluntarios de Pensiones y una red de expertos que pueden guiar en la toma de decisiones informadas.

Prepararse es protegerse. Y protegerse es decidir bien, desde hoy.