No se prevé una guerra de divisas entre EE. UU. y China

Síguenos en nuestro canal de noticias de WhatsApp - Publicidad - El renminbi (RMB), moneda de la República Popular China, se ha reducido drásticamente en las últimas semanas, revirtiendo un período de apreciación ponderada por el comercio que comenzó a mediados de 2017, afirmó Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés). “Por […]

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El renminbi (RMB), moneda de la República Popular China, se ha reducido drásticamente en las últimas semanas, revirtiendo un período de apreciación ponderada por el comercio que comenzó a mediados de 2017, afirmó Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés).

“Por lo tanto, las disminuciones recientes son, en parte, la visualización natural de arriba hacia abajo en todas las monedas. Sin embargo, lo notable del descenso reciente es su velocidad, que no tiene precedentes y tiene poco que ver con la dirección del dólar”, precisó.

La interpretación de IIF es que la apreciación del RMB hasta hace algunas semanas se debe a China dando lo mejor de sí en la creciente disputa comercial con los EE. UU.

“Las declinaciones recientes son entonces un signo de exasperación, un levantamiento de manos, ante la imprevisibilidad de las tensiones comerciales”, indicó.

Añadió que lo que importa es lo que viene después, si la reciente debilidad del RMB marca el comienzo de una guerra de divisas, un período de devaluación competitiva ojo por ojo.

Sin embargo, piensa que no se dará escenario, porque tanto China como Estados Unidos tienen demasiado que perder.

“El talón de Aquiles de China es una posible reanudación de la fuga de capitales, que creemos que podría volver a ser un problema a medida que la tasa de cambio del dólar contra el yuan se acerque a las 7.00.

Mientras que la debilidad de Estados Unidos se asocia a que el S&P 500 cayó fuertemente por la creciente aversión al riesgo durante el temor a la devaluación del renminbi entre 2015 y 2016.

Desde el punto de vista de IIF, dado lo poco que se tiene un precio, hay espacio limitado para una mayor escalada en las tensiones comerciales y no hay espacio para la devaluación competitiva, y mucho menos una guerra de divisas.

“Lo que está en juego aquí es que la población de China ha sido educada durante muchos años para esperar un tipo de cambio estable de dólares a yuan chino. La devaluación del paso en 2015 sacudió esa percepción, alimentando las preocupaciones de que podría haber una devaluación mayor”, precisó.

Por último, mencionó que prevé que el RMB se estabilice en términos ponderados por el comercio, lo que pone fin al episodio de depreciación.

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