El mercado alcista más largo de la historia está llegando a su fin en 2019, según los profesionales que manejan la clientela de grandes cantidades de Wall Street.
Una encuesta a inversionistas institucionales muestra que el 65 por ciento ve un cambio, y que las mayores amenazas son las tensiones geopolíticas y el aumento de las tasas de interés, según Natixis, que encuestó a 500 gerentes de fondos de pensiones, donaciones, fundaciones y otros. Los encuestados también incluyeron fondos de riqueza soberana y fondos de seguros.
Además de ver cómo se detiene el mercado alcista, también anticipan que la próxima crisis financiera se producirá en uno a cinco años.
A pesar del pesimismo sobre el rumbo del mercado, se espera que la asignación de la cartera colectiva a las acciones disminuya ligeramente, del 38% al 36%. Pero el 41 por ciento de los encuestados dijo que reducirá la asignación a las acciones de los EE. UU.
Se espera que las asignaciones aumenten ligeramente para los bonos, del 37% al 38%, y el efectivo, del 5% al 6%.
Los gerentes también indicaron que están aumentando su participación en las estrategias activas y alejándose del enfoque pasivo que ha ido ganando popularidad en lo que había sido un entorno de baja volatilidad.
Los inversionistas institucionales se han estado preparando para el fin del mercado alcista durante varios años, dijo en una entrevista David Goodsell, director ejecutivo del Centro Natixis para la Visión del Inversor.
“El mercado se está poniendo al día con lo que han estado pensando. Creo que han estado posicionados para esto durante bastante tiempo”, dijo. “En su mayor parte se quedan, excepto en las acciones estadounidenses”.
Si bien existe precaución con respecto a los EE. UU., El 48 por ciento de los inversionistas institucionales dice que la mejor oportunidad de mercado emergente vendrá en la región de Asia Pacífico.
Los resultados llegan en medio de un ambiente asustadizo en Wall Street.
El S&P 500 ha aumentado un 305 por ciento desde el fondo del mercado bajista de marzo de 2009, pero ha mostrado signos persistentes de fatiga este año. Una avalancha de amenazas geopolíticas, desde una Corea del Norte nuclear hasta negociaciones polémicas sobre el Brexit, agitación política en el país, tasas de interés en aumento y una guerra comercial entre Estados Unidos y China en desarrollo ha trastornado el mercado este año y lo ha dejado apenas positivo en el último mes de operaciones.
La Reserva Federal, en un documento publicado hace una semana, advirtió que podría producirse una caída “particularmente grande” en los precios de las acciones si se materializan algunos de los riesgos mencionados en la encuesta.
Los estrategas de Bank of America Merrill Lynch dijeron que se dirigen a 2019 bajista sobre acciones, bonos y el dólar estadounidense, y optimistas sobre materias primas y efectivo.
“Con comodines en todas partes (comercio, geopolítica, déficits, proteccionismo), hemos decidido centrarnos en los escenarios macro que parecen más probables y relevantes para el desempeño del mercado de valores: (1) un mayor ajuste de la Fed y (2) un sesgo al alza para volatilidad “, dijo Savita Subramanian, estratega cuantitativo y de capital de BofAML, en una nota de investigación.
La firma tiene un objetivo de 2,900 para el S&P 500, que en realidad representa un alza del 7,5 por ciento desde el nivel actual. Pero Subramanian señaló que “creemos que el pico en las acciones es probable antes de finales de 2019.”
Los encuestados a la encuesta de Natixis dicen que los mayores impactos negativos en el desempeño probablemente sean las tensiones geopolíticas (77 por ciento), las disputas comerciales (74 por ciento) y el ajuste del banco central (65 por ciento). Los principales riesgos de la cartera son las tasas de interés (56 por ciento), los picos de volatilidad (52 por ciento) y las regulaciones (32 por ciento).
Los resultados también mostraron que al 67 por ciento le preocupa que estén asumiendo un riesgo excesivo, aunque el 75 por ciento dijo que está dispuesto a tener un desempeño inferior al de sus puntos de referencia para protegerse contra la baja del mercado.
Las instituciones ven la deuda como la mayor amenaza para la estabilidad financiera, seguida de burbujas de activos y una crisis geopolítica.
