Las ventas minoristas de Brasil crecieron 4,4 % año a año en noviembre, superando la expectativa de consenso de 3,2 %, según los datos publicados hoy por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La aceleración está relacionada con las ventas del viernes negro. Las ventas se aceleraron desde 1,9 % a/a en octubre.
Las ventas en enero-noviembre aumentaron un 2,5 % interanual y las ventas a 12 meses aumentaron un 2,6 % interanual, un 2,8 % menos que el mes anterior en una impresión que apunta a ventas relativamente estables.
Las ventas desestacionalizadas tuvieron una fuerte ganancia de 2,9 % m/m. El aumento fue mucho mejor que la caída revisada de 1,1 % en octubre y fue la cifra más alta en noviembre en 18 años.
Las ventas aumentaron en dos de los últimos seis meses en términos ajustados por estacionalidad, lo que sugiere que la recuperación interanual se debe a efectos de base y estacionalidad, o que la economía solo últimamente se está acelerando.
Las ventas minoristas generales perdieron impulso en noviembre, con un incremento del 5,8 % a/a, frente al 6,2 % del mes anterior.
Esto se produce cuando el crecimiento de las ventas de vehículos se desaceleró bruscamente a 12,8 % a/a del 20,1 % del mes anterior.
En línea, las ventas minoristas de construcción se desaceleraron a 1,4 % a/a (una caída de 5,2 %).
Las ventas de muebles crecieron un 3,4 % a/a, acelerando desde la caída del 1,8 % en octubre.
Rompió una tendencia de caída de cuatro meses y tuvo un mayor impacto en las ventas. Sin embargo, no fue suficiente para revertir una cifra acumulativa negativa.
En general, las ventas minoristas fueron buenas en noviembre. Las ventas continuaron creciendo año a año y aumentaron por primera vez mes a mes en los últimos tres, pero la recuperación podría explicarse por la base y los efectos estacionales.
Noviembre fue un buen mes con el aprecio real en medio de la victoria de Jair Bolsonaro.
Desde entonces, la percepción han mejorado aún más. Un mantenimiento más largo de lo esperado de tasas de interés bajas significa que la transición política podría ayudar a impulsar las ventas minoristas, pero mucho dependerá de las políticas económicas con las que el nuevo Gobierno decida comenzar y cómo éstas impactan la economía.
(Reporte especial de CEEMarketWatch para Valora Analitik)
