Tras actualizar sus calificaciones y perspectivas en América Latina, Fitch Ratings indicó que ocho de las 20 calificaciones soberanas en la región tienen una perspectiva desfavorable, frente a cinco (más uno en Negative Watch) a principios de 2019.
En ello ha influido un crecimiento leve y desigual, desafÃos fiscales persistentes y, en algunos casos, acceso restringido a los mercados y aumento de la deuda.
También los posibles pasivos contingentes y el riesgo polÃtico continúan afectando adversamente las tendencias de crédito soberano en la región.
De este modo, el crecimiento sigue siendo obstaculizado por múltiples factores, incluidos los desafÃos externos, la falta de espacio para proporcionar estÃmulos fiscales y monetarios, el progreso inadecuado de las reformas y los riesgos polÃticos y de reformas especÃficas de cada paÃs.
Fitch expresa que es probable que estos factores persistan en la segunda mitad del año y la región siga siendo particularmente vulnerable a un deterioro más rápido de lo esperado en la demanda externa y las condiciones financieras internacionales. Otros riesgos clave incluyen las incertidumbres polÃticas internas idiosincrásicas debido a las elecciones y los cambios potenciales en los regÃmenes.
CaÃda del crecimiento regional
Tanto México como Brasil registraron contracciones del PIB real en el primer trimestre del año, lo que contribuyó a las recientes revisiones a la baja de Fitch Ratings al 1% para ambos paÃses en sus previsiones de crecimiento económico para todo el año. Si bien los datos reflejaron factores especÃficos en cada uno, el débil crecimiento en las economÃas más grandes de América Latina, como Argentina donde se espera que se registre una contracción anual del 1.7%, está afectando el desempeño económico regional en general.
Asà mismo, el crecimiento regional (excluyendo a Venezuela) para 2019 se pronostica en 1.2%, lo que es una ligera desaceleración desde el 1.4% en 2018.
Sin embargo, si se excluye a las tres economÃas más grandes de la región (Argentina, Brasil y México) el balance será mejor, impulsado por los datos de Chile, Colombia y Perú, asà como mayores tasas de crecimiento en Panamá y República Dominicana.
No obstante, seguirá siendo menor que el crecimiento global de los mercados emergentes, que se prevé que sea un poco más del 3% a final del año.Â
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