Las ventas de los supermercados disminuyeron 12.6% en términos reales en abril en Argentina, mejorando modestamente si se compara con la caída de 14.5% registrada en marzo, dijo la oficina de estadísticas del Indec.
Esta mejora parece impulsada por un efecto base, ya que las ventas de los supermercados fueron muy fuertes en marzo de 2018 antes de debilitarse considerablemente. Las ventas en el mercado mayorista siguieron una dinámica similar, disminuyendo 12.9%, mientras se recuperaban de una caída de 16% en el mes anterior. Por el contrario, las ventas en los grandes almacenes cayeron un 22,9% y se deterioraron a partir de una caída del 15,7% en marzo. Esta es la caída más alta registrada para estas superficies en el último año.
En los supermercados, un desglose por categoría de productos muestra que las ventas de alimentos siguen siendo mucho más resistentes que otras, mientras que la de ropa y productos electrónicos se está derrumbando. La divergencia fue aún más marcada en abril que en marzo, ya que las ventas de alimentos aumentaron en términos nominales para casi igualar la inflación, mientras que las ventas electrónicas se contrajeron a una disminución de 7.5% en términos nominales, desde un aumento de 11.5%.
En general, el consumo privado se mantuvo muy débil en abril, incluso si la disminución para muchas categorías minoristas mostrara una mejora modesta.
El consumo aún debería mejorar hacia el final del segundo trimestre porque muchos sindicatos de trabajadores firmaron incrementos salariales en los primeros meses de mayo. Un pequeño repunte para el consumo privado debe combinarse con el sólido desempeño del sector agrícola para asegurar que el PIB crezca en el segundo trimestre de 2019.
(Reporte especial de CEE Market Watch para Valora Analitik)
—
