Aumenta tensión en Bolivia por resultados de elecciones presidenciales y presunto fraude

Sputnik
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Luego de una noche de furia en varias ciudades del país, Bolivia amaneció este martes en un clima de tensión, a la espera de nuevas protestas contra el supuesto fraude que cometió el gobierno de Evo Morales para declararse ganador de las elecciones del domingo.

Las manifestaciones habían comenzado pacíficamente el lunes, luego de que el candidato opositor Carlos Mesa llamara a la resistencia civil contra el intento del gobierno de “manipular” los datos para evitar una segunda vuelta. Pero se convirtieron en un estallido cuando, de manera sorpresiva y sin explicaciones oficiales, después de las 7 p.m., se publicaron las cifras de un conteo rápido que se había suspendido el domingo a la noche y que mostraron un giro “drástico” en la tendencia de los resultados, según alertó la misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Esto pues luego de una jornada electoral que había transcurrido en paz, los datos preliminares, con casi el 84% de los votos escrutados, daba ganador a Evo Morales, pero con una diferencia de apenas 7 puntos en relación a Mesa (45,28% contra 38,16%), que obligaba a una segunda vuelta, según las leyes bolivianas.

Pero ese conteo se suspendió y Mesa, de la coalición de centroderecha Comunidad Ciudadana, salió a denunciar que el gobierno buscaba modificar las cifras.

La interrupción del conteo generó inquietud y desconcierto. Los bolivianos se fueron a dormir el domingo casi con la certeza de una segunda vuelta. Y así titularon el lunes los diarios locales, ya que el único conteo rápido privado que se había autorizado también marcaba una diferencia estrecha -poco más de 5 puntos- entre Morales y Mesa.

Pero la demora en el escrutinio oficial -que hasta la madrugada de este martes había llegado al 70% de los votos- alimentaba las sospechas de la oposición y el clima de tensión.

El presidente salió el domingo a la noche a celebrar su victoria y dijo que no estaba definida la segunda vuelta porque faltaba contar un 16% de los votos, que podían darle la diferencia de diez puntos que necesitaba para considerarse ganador.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) -al que la oposición acusa de ser parcial en favor del oficialismo- señaló que ya se estaba iniciando el conteo definitivo, y que por eso ya no seguirían con el sistema de conteo preliminar.

Durante todo el día, el escrutinio avanzó a paso lento, con interrupciones momentáneas en algunas ciudades donde se produjeron incidentes.

Furia en las calles

Pero el giro que desató la violencia en varias ciudades fue la decisión sorpresiva del TSE de publicar los datos del sistema de transmisión de datos preliminares TREP al 95,09% y que, lejos de la tendencia anterior, le daban a Evo una victoria con el 46,86% de los votos, frente a 36,74% de Mesa.

El candidato opositor, desde la ciudad de Santa Cruz, bastión opositor, dijo que no reconocería esos resultados.

La OEA también expresó sospechas sobre esas cifras en un duro comunicado. “La Misión de la OEA manifiesta su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas”, señaló.

Anoche, los canales de televisión mostraban los estallidos de furia en varias ciudades del país: los más graves ocurrieron en Sucre y en Potosí donde grupos opositores incendiaron los tribunales electorales departamentales. En La Paz, frente al hotel donde se instaló el centro de cómputos, seguidores de Mesa se enfrentaron con militantes del oficialista Movimiento al Socialismo. La policía tuvo que dispersarlos con gases lacrimógenos.

También hubo incidentes en Tarija y Cochabamba. En Santa Cruz la protesta fue importante pero no hubo incidentes.

Pero para este martes la movilización se prevé mayor y más organizada. El sindicato de médicos, que mantuvo una huelga de más de un mes por reivindicaciones laborales, anunció movilizaciones en todo el país. “Hoy se juega la democracia”, dijo su líder, Luis Larrea.

Fernando Camacho, presidente del poderoso Comité Pro-Santa Cruz, una asociación que agrupa desde empresarios hasta asociaciones de vecinos y que históricamente se enfrentó a Evo, llamó a “bloquear el país”.

El influyente Comité de Defensa de la Democracia (Conade), que agrupa a comités cívicos de todo el país, anunció una “resistencia civil” ante la posible victoria de Morales.

Ante el clima de violencia, la Iglesia católica llamó a “la paz y serenidad” e instó al TSE “a cumplir con su deber de árbitro imparcial”.

(Con información de Clarín)

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