Estas son las estrategias de inversión de Carmignac para 2020

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Según Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversión Estratégico de la firma Carmignac, el año 2020 muestra cambios en cuento al escenario general de inversión con respecto a los años anteriores de acuerdo con el análisis de los tres principales catalizadores del mercado:  la evolución de la realidad económica, el ánimo de los inversores y la variación de la liquidez disponible. 

La coyuntura del nuevo año se alejará de la dualidad de los años anteriores, entendiendo el optimismo inversor con el que comenzaba el 2018, y el pesimismo generalizado del 2019, que dio pie al cambio en la política monetaria de Estados Unidos, para dar paso a una estabilidad en los mercados, en parte por la dinámica de finales de año, pero expuestos a las crecientes debilidades en el plano político y la vertiente monetaria, destaca el informe. 

Según el documento, el desarrollo de la postura de los bancos centrales, principalmente el de la Fed, será de principal importancia en 2020. El análisis de los motores de mercado, lleva a prever que los mercados mostrarán una buena orientación, sin estar exentos de turbulencias, principalmente porque las dos potencias del mercado, muestran claras señales de agotamiento. 

En China se ve una ralentización moderada en el sector de servicios y más pronunciada en el sector de la construcción. Dando vuelta a los indicios precursores de una aceleración de beneficios. Este cambio, no da pie a una recaída en el ritmo de expansión, sino que tiende más a una estabilización, reforzada por las políticas del gobierno y del Banco Popular de China que buscan contener el crecimiento del endeudamiento y la estabilidad de flujos capitales. El eventual acuerdo comercial con Estados Unidos también contribuirá a esta estabilización, y es en este país en donde están en crecimiento las oportunidades de inversión en renta variable. 

En el caso de los Estados Unidos, se presenta un inicio de año favorable en cuanto a dinámica económica, sin modificar el potencial de crecimiento, cercano al 2% por el insuficiente aumento de la productividad. Los últimos indicadores, señalan además una debilidad continuada del sector de manufactura en el país norteamericano (el índice ISM manufacturero de diciembre se orientaba de nuevo a la baja y se situaba en 47,2, frente a 48,1 del mes pasado) que podría afectar el sector de servicios, que hasta el momento se resiste. 

Los mercados estarán a merced de las incertidumbres políticas relacionadas con las elecciones primarias estadounidenses, las negociaciones entre EEUU y China y los acuerdos entre el Reino Unido y la Unión Europea, y se prevé que una gestión acertada de la variación de exposición a los riesgos de mercado, desempeñará un papel importante a la hora de generar rentabilidad.

Las políticas de la Fed, en cuanto a la intervención en el mercado y la monetización del aumento del endeudamiento del Gobierno estadounidense provocado por la política de la administración Trump podría resultar en consecuencias negativas para el dólar y la cobertura del riesgo de divisa para activos denominados en dólares es, y lo viene siendo hace meses, una prioridad para tener en cuenta en cuanto a riesgo.

Según Saint-Georges, 2020 será un año para “aplicar una gestión verdaderamente activa, en vez de una gestión basada en tendencias”.

Estrategias de Inversión Carmignac

Renta Variable

El sector tecnológico fue el que más beneficios dejó a la asignación de renta variable en 2019. Para el 2020, la tasa de exposición a la renta variable se mantiene elevada, pero se mantiene la gestión de carteras para adaptarse al mercado en el que la selectividad es principal para la rentabilidad. 

Se siguen recogiendo contribuciones como Tiffany y Cotsco y se refuerzan las posiciones en sectores como el de la salud o sistemas de pago. Se inician posiciones en Stryker, empresa de tecnología médica que se beneficia especialmente de la infrapenetración dela robótica quirúrgica. Se incorpora a la cartera a Safran, un valor industrial de calidad, y a la entidad bancaria Unicredit, sumándose a las posiciones en índices y tácticas iniciadas hace meses en bancos europeos y en los mercados chino y coreano. 

Finalmente, la agilidad en tasas de exposición será un requisito previo para capear los mercados este año, en vista del contexto político y macroeconómico inestable. 

Renta Fija

En 2019, el esfuerzo de los bancos centrales permitió una caída de los tipos de interés. La selectividad en el mercado de crédito y la deuda pública periférica y semi-core europea fueron las fuentes de rentabilidad. 

En este inicio de 2020, la búsqueda de rentabilidad seguirá siendo la prioridad de los inversores en renta fija y la sensibilidad del fondo a los tipos de interés se caracteriza principalmente por la deuda periférica europea y posiciones específicas en deuda corporativa y emergente. 

En el mercado de crédito, se redujo el riesgo direccional mediante el establecimiento de coberturas a través de CDS y la priorización de oportunidades especiales. En el plano de los mercados emergentes, se reforzó la exposición de forma selectiva entre la deuda denominada en moneda local (Chile, Indonesia) y la denominada en divisa externa (Rumania, Turquía). Por último, en Estados Unidos, los títulos de deuda pública siguen ofreciendo un riesgo asimétrico ante la ausencia de presiones inflacionistas.

Divisas

En 2019, el dólar se alzó por encima del euro que intentó repuntar en varias ocasiones. Para el 2020 se prevé que el euro podría revalorizarse si el dólar se ve afectado por la debilitación de sus fundamentales y el sostenimiento de su valoración en cotas elevadas. Según el análisis de fondo, la ralentización de la economía estadounidense continuaría y la Fed se vería obligada a mantener una política de relajación moderada en un momento de endeudamiento público y privado considerable. 

Por otro lado, se observan las divisas asiáticas como oportunidad para sacar partido en caso de la depreciación del dólar y el recrudecimiento del conflicto comercial. La moneda japonesa sigue siendo un componente de la estructuración de cartera del fundo, que permite equilibrar algunas de las inversiones en activos de riesgo, principalmente los europeos.

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