Las acciones cayeron bruscamente el lunes incluso después de que la Reserva Federal se embarcó en una campaña masiva de estímulo monetario para frenar el crecimiento económico más lento en medio del brote de coronavirus.
El S&P 500 cayó un 8,14% poco después de la apertura, lo que provocó una interrupción del comercio de “disyuntores” que duró 15 minutos. Ahora, el índice cae un 11%, extendiendo las pérdidas después de la citada detención comercial.
El Dow Jones Industrial Average cayó 9,7% o 2,250 puntos. El compuesto Nasdaq cayó un 6,1%.
Antes de la apertura, los contratos de futuros vinculados a los promedios principales alcanzaron sus niveles de “límite inferior”, lo que significa que no podían negociar por debajo de ese umbral. El Grupo CME impone esos límites para mantener un comportamiento ordenado del mercado.
Si bien las acciones del banco central pueden ayudar a facilitar el funcionamiento de los mercados, muchos inversores dijeron que en última instancia querrían ver que los casos de coronavirus alcanzaran su punto máximo y cayeran en los EE. UU. Antes de que fuera seguro asumir riesgos y comprar acciones nuevamente.
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