El Comité Central del Partido Comunista de China aprobó que las parejas de ese país puedan tener un tercer hijo, una medida que busca impulsar la tasa de natalidad entre su población que, si bien es mayoritaria, comienza a ser longeva.
Hasta ahora, y después de discusiones que tomaron más de una década, las familias que querían tener bebés podían tener máximo dos hijos.
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Xinhua, la agencia de noticias del Gobierno, detalló que la nueva directriz ayudará a “mejorar la estructura de la población china, así como a responder activamente al envejecimiento demográfico y preservar las ventajas del país en recursos humanos”.
China trazó un Plan Quinquenal, que estará vigente de 2021 a 2025, con el objetivo de gestionar el envejecimiento de la población desde el sector público, ante la problemática de que el grado de envejecimiento de las personas ha aumentado con el pasar de los años.
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De ahí que la administración central de Pekín ha flexibilizado de manera progresiva sus directrices para las familias: en 2013 aprobó que las parejas tuvieran un segundo hijo si alguno de los padres era hijo único y en 2016 permitió que las parejas casadas tuvieran dos hijos.
El Comité Central del Partido Comunista de China dictaminó “promover el matrimonio y los valores familiares entre los jóvenes en edad de casarse”.
La natalidad es un asunto clave para el país, que tiene alrededor de 1.400 millones de habitantes: si bien es uno de los más poblados del mundo, junto a India, ven en la llegada de hijos la mano de obra del futuro.
Por eso, tienen programas de asistencia y recompensa para las familias que deciden reproducirse y políticas especiales según la descendencia que se tenga: un solo hijo o dos hijas mujeres, por ejemplo.
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