La inflación en la Eurozona perdió fuerza más de lo esperado en enero, según datos preliminares de Eurostat, aunque las cifras solo incluyen una estimación del crecimiento de los precios en la economía más grande del bloque, Alemania.
El índice de precios al consumidor de la Eurozona cayó un 0,4 % intermensual durante el período, igualando la caída observada en diciembre. Los economistas habían pronosticado una caída del 0,3 %.
Sobre una base anual, la tasa de inflación se desaceleró al 8,5 %, por debajo del 9,2 % del mes anterior y por debajo de las predicciones de los economistas del 9,0 %. La lectura alcanzó un máximo de la era del euro del 10,6 % en octubre.
Pero la publicación de enero no tiene en cuenta las cifras cruciales de inflación de Alemania, sino que se basa en estimaciones. La agencia de estadísticas del país retrasó inesperadamente la publicación de sus propios datos hasta la próxima semana, citando problemas técnicos.
¿Qué se espera para próxima reunión del BCE?
Es probable que esto frustre los esfuerzos del Banco Central Europeo para ver si la inflación en la Eurozona puede haber alcanzado su punto máximo antes de su última decisión sobre las tasas de interés el jueves.
Los miembros son ampliamente inclinados a aumentar los costos de endeudamiento en 50 puntos básicos.
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La presidenta del BCE, Christine Lagarde, prometió el mes pasado “mantener el rumbo” en un reciente ciclo de ajuste de la política monetaria que tiene como objetivo sofocar la inflación de la eurozona que ha descrito como “demasiado alta”.
El BCE elevó su tasa de depósito clave, que forma un piso para las tasas del mercado monetario del euro, en un 2,5 % el año pasado cuando la inflación despegó, poniendo fin a un experimento de ocho años con tasas de interés negativas y volúmenes crecientes de estímulo cuantitativo.
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