El sector floricultor de Colombia es uno de los que se encuentra actualmente más expuestos por los aranceles de 10 % de Donald Trump a Colombia, en el marco de su política de ‘América Primero’.
De acuerdo con la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), esta actividad del agro participa con el 8 % del total de lo que se exporta a Estados Unidos (EE. UU), superada solo por el café (9,2 %) y el petróleo y oro, que sumado hacen un 42 %.
Pese a lo anterior, un informe de la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia reveló que el país se encuentra con ventajas frente a sus competidores vendiendo a ese país, aún con los nuevos gravámenes.
En primera instancia, la investigación explica que, aunque Colombia lidera en proveeduría, compite con flores de otros países (principalmente Ecuador, con sus rosas), pero también con plantas de maceta y artículos decorativos.
Ecuador, sin embargo, quedó en desventaja con la nueva política de arancelaria de Trump, pues no cuenta con un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
“Las exportaciones de flores ecuatorianas se venían realizando a través del Sistema General de Preferencias, programa que venció hace unos años, lo que resultó en un arancel para sus flores del 6,4 % al 6,8 %, que se suma al 10 % de la nueva tarifa universal”, explica Bancolombia.
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Aunque matemáticamente la diferencia de arancel con Colombia sigue siendo la misma, “el esfuerzo de liquidez que implica, por ejemplo, para un importador de rosas ecuatorianas, donde el arancel actual sería del 16,8 %, podría hacer que las negociaciones para ellos se vuelvan mucho más complejas”, se lee en el reporte.
¿Qué debería preocupar a Colombia con el arancel?
Ahora bien, la Dirección de Investigaciones de Bancolombia hace énfasis en que más que el arancel, preocupa lo que pueda pasar con la economía de EE. UU.
“Con los argumentos planteados anteriormente, podría concluirse que, en buena medida, el sector está bien preparado para afrontar el reto del arancel de 10 %, además de que la TRM (tasa representativa del mercado) ha venido ayudando. Sin embargo, todavía hay mucho por definirse en la política arancelaria de EE. UU., y nada está escrito en piedra”, sugiere la entidad.
Ahora, “un mayor reto sería que la economía de EE. UU. entrará en una etapa de fuerte desaceleración por cuenta de una mayor inflación y la guerra comercial con China. Bajo ese escenario, la demanda de las flores, que no hace parte de la canasta básica, podría verse impactada”, agrega.
¿Cómo podrían las flores aumentar su competitividad en EE. UU.?
Si bien la desaceleración de la demanda en Estados Unidos es un riesgo para la venta de las flores colombianas que se comercializan en ese país, hay factores que podrían apuntar a que las negociaciones con los distribuidores no caigan y una de ellas está asociada, precisamente, a la rentabilidad que estas producen en los establecimientos.
Un estudio reciente de la International Fresh Produce Association en EE. UU. reveló que, en 2024, la contribución (neta) sobre las ventas de productos florales en supermercados en EE. UU. (después de restar costo laboral y pérdidas por deterioro o robo) se estimó en 27 %. Además, las cifras publicadas muestran que esa contribución venía del 23 % en 2021.
“Creemos que, con esa rentabilidad, las grandes superficies en EE. UU. van a querer mantener los metros cuadrados dedicados a las ventas de flores, mucho más cuando en otras secciones los aranceles y la situación con China podría estarles generando pérdidas”, destacó Bancolombia.
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