En una sesión intensa, la Cámara de Representantes de EE. UU. dio su aprobación final a la reforma fiscal del presidente Trump, conocido como el “One Big Beautiful Bill Act”, por un ajustado marcador de 218 votos a favor y 214 en contra. La votación se produjo horas antes de la fecha límite del 4 de julio y ahora será enviado para que se convierta en ley.
A pesar de las preocupaciones sobre el costo del proyecto de ley de 869 páginas y su impacto en los programas de salud, los republicanos apoyaron mayoritariamente con solo dos de los 220 republicanos de la Cámara de Representantes votando en contra, según información de Reuters.
La representante republicana Virginia Foxx, de Carolina del Norte, describió el proyecto de ley como una medida que aporta «un alivio fiscal histórico para las familias trabajadoras. Una inversión masiva para asegurar las fronteras de nuestra nación. Captura el ahorro generacional. Reduce drásticamente el despilfarro, el fraude y el abuso en los programas gubernamentales para que funcionen con mayor eficiencia».
En contra parte, todos los demócratas del Congreso votaron en contra, criticando “el proyecto de ley como un regalo a los ricos que dejaría a millones de personas sin seguro”.
«El objetivo de este proyecto de ley, la justificación de todos los recortes que perjudicarán a los estadounidenses comunes, es brindar exenciones fiscales masivas a los multimillonarios», dijo el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, de acuerdo con Reuters.
¿Qué incluye el paquete de la reforma fiscal de Trump?
- Extensión y profundización de los recortes fiscales de 2017 – Se prolongan reducciones tributarias vigentes desde la primera administración Trump y se incorporan nuevas deducciones, como la eliminación de impuestos sobre propinas y horas extra, además de deducciones para adultos mayores que ganan menos de US$$75 000 al año.
- Gasto en seguridad nacional e inmigración – Se destinan aproximadamente $350 000 millones a fortalecer las fuerzas armadas, el control fronterizo, y procesos de deportación.
- Reducción del programa social – Para compensar la pérdida de ingresos del Estado, el proyecto recorta cerca de $1,2 billones de fondos destinados a Medicaid y cupones de alimentos (SNAP), imponiendo nuevos requisitos laborales.
- Eliminación de incentivos energéticos verdes – Muchas deducciones para energías limpias quedan anuladas, en un giro que preocupa a los sectores verdes.
- Aumento del techo de deuda – Añadiría US$3,4 billones a la deuda nacional de US$36,2 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, una entidad no partidista. Con ello, eleva el límite de endeudamiento federal en US$$5 billones.
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Próximos pasos para la reforma fiscal de Trump
El texto ahora se dirige a la firma del presidente Trump, quien planea convertirlo en ley durante una ceremonia simbólica del 4 de julio.
A nivel económico, organismos como el Fondo Monetario Internacional han alertado sobre el riesgo de elevar el déficit y la deuda nacional.
Por su parte, los mercados muestran preocupación por la sostenibilidad fiscal y el impacto a mediano plazo en los bonos del Tesoro y tipos de interés.
El paso del ‘One Big Beautiful Bill’ marca lo que sería la segunda gran reforma fiscal de Trump. Tras un proceso notablemente polarizado y con récords históricos de debate, el paquete consolida recortes fiscales y seguros sociales, financia gasto militar e inmigratorio, y eleva el techo de deuda a soportar por décadas.
Aunque evita un potencial default, deja en evidencia las profundas tensiones partidistas y plantea interrogantes sobre su impacto a largo plazo en la población y estabilidad económica.
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