El parque de plantas generadoras de energía térmica en Colombia ha sido históricamente una pieza clave para la confiabilidad del sistema eléctrico nacional, así lo aseguró la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).
El gremio recordó que, durante el fenómeno de El Niño 2023-2024, la importancia de las térmicas volvió a ser evidente: mientras las lluvias se reducían a la mitad del promedio mensual histórico y los embalses descendían a un 28 % -el nivel más bajo registrado en 30 años-, las plantas térmicas operaron al 100 % de su capacidad, llegando a cubrir hasta el 58 % de la demanda diaria de energía.
A esta situación se sumaron decisiones regulatorias del Ministerio de Minas y Energía y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), como la propuesta de fijar techos en el precio de bolsa, lo que generó señales distorsionadas al mercado y aceleró la disminución de los embalses, destacó la Asociación.
En este escenario crítico, recalcó Andeg, fueron las térmicas las que evitaron que el país se apagara, con respaldo de la planta de regasificación de Cartagena, el gas importado por Calamarí LNG y las centrales que operan con carbón y combustibles líquidos.
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“Las generadoras térmicas, 14 de ellas representadas en Andeg, siguen demostrando que son un pilar indispensable para garantizar el suministro de energía en momentos de alta vulnerabilidad del sistema. Su confiabilidad es clave para que Colombia no se apague, pero aun así hoy el sistema energético nacional continúa enfrentando grandes desafíos”, afirmó Alejandro Castañeda, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).
Los retos para el sector energético de Colombia, según Andeg
En relación con los retos, el gremio destacó el impacto de la subasta de Cargo por Confiabilidad 2027-2028, que asignó obligaciones principalmente a fuentes renovables intermitentes.
Sin embargo, según Andeg, existe la necesidad de asegurar la efectiva entrada en operación de los proyectos, dado que solo entre 17 % y 25 % de la capacidad asignada en procesos pasados han entrado en operación, lo que pone en riesgo la energía firme futura.
“Además, la difícil situación financiera de la empresa Air-e, sumada a los retrasos del Gobierno en el pago de subsidios, está afectando la sostenibilidad del sector y comprometiendo la continuidad del servicio”, indicó la Asociación.
En este contexto, para la agremiación, el parque térmico no solo representa un respaldo operativo, sino un actor comprometido con el desarrollo de largo plazo y la consolidación de una matriz eléctrica resiliente, confiable y diversificada.
Al respecto, Castañeda agregó que el país debe reconocer que “el parque térmico no es un obstáculo para la transición energética; es su complemento natural”.
Y añadió que “la confiabilidad del sistema depende de una matriz balanceada, con fuentes que puedan responder cuando otras no lo hacen, garantizando la seguridad, firmeza y estabilidad del sistema eléctrico, en un proceso donde la participación de todas fuentes es vital”.
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Por eso, la entidad destacó que, más allá de su función técnica, las generadoras térmicas, especialmente las afiliadas a Andeg, han fortalecido su compromiso con la sostenibilidad, con una operación cada vez más eficiente, responsable y respetuosa con los entornos donde operan.
Y señaló que el cuidado del ambiente, gestión adecuada de los impactos, protección de la biodiversidad y desarrollo social en los territorios son hoy pilares de su gestión.
Andeg, entre tanto, destacó que estos y otros temas se desarrollarán en el marco del 12° Foro Energético, que se realizará en Barranquilla el 21 y 22 de agosto, en donde también se presentará el octavo Informe de Sostenibilidad de la Asociación correspondiente a la gestión de 2024.
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