La Asociación Nacional de Agencias de Viaje y Turismo (Anato) expresó su preocupación por los altos niveles de informalidad que aún permanecen en el sector e hizo un llamado al Gobierno Nacional para generar estrategias que bajen ese indicador.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), entre marzo y mayo de 2025, la informalidad en Colombia alcanzó el 55,9 %, un porcentaje que los empresarios siguen considerando como alto para el país.
En ese contexto, el sector turístico sigue presentando altos indicadores. De un lado, la subrama de alojamiento y servicios de comida cuenta con 1,7 millones de ocupados en el territorio y de este total el 74,7 % se encuentra en informalidad.
Por su parte, en las actividades profesionales y de servicios administrativos -donde se ubican las agencias de viajes- el 48 % de los 1,8 millones de ocupados son informales, es decir, 1,5 puntos porcentuales por encima del mismo periodo del año pasado.
La mayoría de las agencias son micro y pequeñas empresas, y que las primeras presentan el más alto nivel de informalidad, con el 85 %; seguido de las empresas pequeñas con el 19,7% ; empresas medianas, con 5,6 %; y las grandes, con 2,5 %.
“En este contexto, hacemos un llamado respetuoso pero urgente al Gobierno Nacional y a las entidades competentes para que se adopten acciones para revisar los requisitos establecidos para la inscripción, renovación, actualización y cancelación del Registro Nacional de Turismo”, expuso Cortés.
Otros retos del sector
La presidenta ejecutiva de Anato también expuso en su intervención que el sector tiene otros grandes retos a los que se suma la informalidad, entre los cuales están los recursos estatales para el sector y la infraestructura.
Desde 2020, explicó, el Ministerio de Hacienda retiene el recaudo del impuesto al turismo y sólo gira los recursos a Fontur (Fondo Nacional del Turismo) cuando este justifico su uso.
A partir de 2024, las presiones sobre el Presupuesto General de la Nación “han retrasado aún más estos desembolsos, afectando el funcionamiento de Fontur, donde además se incluye, el pago de nómina y a proveedores”.
“Esta falta de liquidez en recursos fiscales, no solo pone en riesgo numerosos proyectos turísticos en todo el país, esenciales para atraer más visitantes internacionales, mejorar infraestructura y cumplir metas del Plan Nacional de Desarrollo, sino que afecta las campañas promocionales de Colombia en el exterior, y la participación de los empresarios en las ferias y la entrada de divisas”, relató.
Finalmente, la dirigente gremial manifestó que la infraestructura es la columna vertebral del turismo y que por eso se requiere construir un mapa de prioridades que permita decidir sobre estrategias diferenciadas.
“Pero no podemos hablar de competitividad sin información real y actualizada. Colombia necesita un sistema de datos turísticos robusto, con estudios sectorizados permanentes y una Cuenta Satélite de Turismo semestral”, finalizó.