Ocesa confía en obtener el permiso para el concierto de Guns N’ Roses en el Vive Claro

Ocesa desmiente interpretaciones del Idiger y asegura que ya entregó estudios del Vive Claro.

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La directora de Ocesa, Luz Ángela Castro, confirmó que están a la espera de obtener el permiso para el concierto del próximo martes 7 de octubre de la banda de rock Guns N’ Roses en el Vive Claro.

En entrevista con W Radio, Castro dijo: “habrá permiso”, “tendremos el permiso”. La directora mencionó que ya enviaron toda la información a las autoridades competentes y que están a la espera de comentarios o algún otro requerimiento adicional.

“No solo garantizamos el buen funcionamiento de la estructura y la seguridad de nuestros asistentes, que son nuestra prioridad, sino que también trabajamos en el mejoramiento del entorno. Los estudios a los que se hace referencia corresponden precisamente a ese propósito y no a fallas de la estructura”, aseguró Castro.

¿Hay riesgos en el Vive Claro?

Frente a los señalamientos de que las mediciones de vibraciones implicaban riesgos para la gradería, explicó que esa interpretación era equivocada y que ya se respondió oficialmente aclarando el alcance de los análisis.

En cuanto a las imágenes que circularon en redes sociales sobre el movimiento de las torres de iluminación durante un concierto, la vocera precisó que no representan peligro alguno: “Ese movimiento es natural en este tipo de estructuras y no genera riesgo de seguridad. Sin embargo, decidimos reforzar la rigidez con apoyo de Nussli, la empresa diseñadora y constructora de la estructura, que tiene más de 80 años de experiencia internacional”.

Según explicó, el proceso de rigidización incluyó la importación, mediante un vuelo charter, de 22 toneladas de acero especialmente diseñado para reforzar la gradería. “Se trató de una acción preventiva para garantizar mayor confort y tranquilidad a los asistentes”, agregó.

Ocesa responde por pronunciamiento de Ideger

La funcionaria reiteró que los estudios entregados muestran una disminución de la sensación de movimiento gracias a esas obras de refuerzo.

“Aquí hay que diferenciar dos cosas: por un lado, los estudios de rigidización que ya realizamos y entregamos, y por otro, los estudios perimetrales que buscan mejorar las condiciones externas del lugar para mitigar posibles vibraciones en el entorno. Somos conscientes de que no solo debemos responder por lo que pasa dentro del escenario, sino también por los impactos hacia afuera. Por eso estamos tomando medidas para ser buenos vecinos”.

Páramo Presenta pasa a ser de Ocesa
Páramo y Ocesa.

El Idiger ordenó la realización de estudios para descartar posibles riesgos en las estructuras, advertencia que implicaba tiempos adicionales antes de otorgar el aval al escenario de Vive Claro.

Ante la pregunta de si esos estudios ya se habían llevado a cabo, Ocesa respondió que la información sí fue entregada, pero que el instituto no la tuvo en cuenta.

“No se trata de que el Idiger mienta, sino de que quizá hubo una interpretación equivocada de algunos estudios. Los análisis que están pendientes corresponden a los estudios perimetrales, no a la estabilidad de la gradería. Esa información ya fue entregada en su totalidad y aclarada en su momento”, aseguró la empresa.

¿Cuál es la solución?

Castro planteó una solución con visión de futuro: incorporar prácticas internacionales que permitan optimizar el proceso de permisos. Explicó que, dado que los recursos y el personal de vigilancia son limitados, los escenarios deberían contar con planes de manejo tipo previamente establecidos.

De esta manera, habría un plan específico para eventos con sillas, otro para espectáculos con público de pie y un esquema diferenciado según el aforo máximo permitido. Cada lugar tendría así la responsabilidad de contar con documentación clara y permanente, con planes de gestión y manejo de riesgos que contemplen acciones de seguridad, medidas de prevención y protocolos de reacción.

“Ese debería ser el futuro”, insistió. “Que existan planes preacordados para distintos formatos de eventos, lo que reduciría la carga administrativa de los organizadores, pero mantendría una vigilancia y un control permanentes que den garantías a las autoridades y tranquilidad al público”.