Deslizamiento en la vía al Llano: Así fue el detonante que causó el derrumbe en el kilómetro 18

Tras el deslizamiento, Coviandina puso en marcha labores de bombeo en pozos de abatimiento y la construcción de reservorios.

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El pasado 6 de septiembre, la vía que comunica a Bogotá con Villavicencio y conecta la región andina con el oriente del país enfrentó un nuevo deslizamiento de tierra en el kilómetro 18. El evento activó de inmediato los protocolos de emergencia por parte de las autoridades competentes y la concesionaria Coviandina, encargada de la operación y mantenimiento del corredor vial.

Tras el deslizamiento, Coviandina puso en marcha labores de bombeo en pozos de abatimiento y la construcción de reservorios. Estas acciones buscan drenar los predios aledaños y disminuir la saturación del terreno, una condición indispensable para continuar con la remoción del material acumulado.

La prioridad, según explicó la concesionaria, ha sido controlar el flujo de agua subterránea y superficial para evitar nuevos desprendimientos mientras avanzan las obras de recuperación.

Causas del deslizamiento: un problema de origen antrópico

En entrevista con Valora Analitik, Ricardo Postarini, gerente general de Coviandina, señaló que la emergencia tiene un origen principalmente antrópico, es decir, producto de la intervención humana.

“Es un problema que se genera por la cantidad de viviendas construidas sin ningún control sobre la captación de aguas lluvias y servidas. A esto se suman precipitaciones fuertes, como las del 6 de septiembre, que saturaron totalmente el terreno y provocaron el deslizamiento. En algunos puntos, el terreno se ha hundido más de tres metros”, indicó el directivo.

Postarini enfatizó que este tipo de situaciones no pueden atribuirse a los agricultores de la zona, pues la mayoría actúa sin orientación técnica. “El campesino tiene su terreno, siembra y trabaja, pero no hay una entidad que le indique que en ciertos lugares no se deben filtrar aguas o que el suelo es inestable para construir. Se levantan viviendas sin licencia, y las corporaciones ambientales tampoco ejercen control suficiente sobre las captaciones y el manejo de aguas servidas”, explicó.

Plan de contingencia en la Vía al Llano. Foto: ANI.
Plan de contingencia en la Vía al Llano. Foto: ANI.

Construcciones irregulares y fallas en los sistemas de drenaje

Según información de Coviandina, desde 2022 se habían emitido advertencias sobre la construcción de predios en zonas cercanas a la vía, donde se instalaron pozos sépticos conectados con mangueras improvisadas. Estos sistemas, al romperse, generaron filtraciones que afectaron la circulación natural del agua, debilitando progresivamente el terreno.

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La acumulación de humedad, sumada a las lluvias de septiembre, provocó el colapso del talud en el kilómetro 18, aunque el problema se extiende desde el kilómetro 16, donde ya se habían identificado afectaciones similares.

El caso del hotel La Herradura

Uno de los puntos señalados como factor agravante del deslizamiento fue el hotel La Herradura, ubicado sobre la vía al Llano. De acuerdo con el gerente de Coviandina, la infraestructura presentaba deficiencias en el manejo de sus aguas residuales.

“Detectamos que el control de aguas servidas no era el adecuado. Había una mayor filtración de líquidos hacia el terreno, lo que contribuyó al debilitamiento de la ladera. Todo esto —mangueras rotas, riego de cultivos, lluvias intensas y drenajes ineficientes— se acumuló hasta generar el deslizamiento”, precisó Postarini.